EL OJO DE ESPAÑA. Cristina García Rodero y la fotografía etnográfica.


Cristina García Rodero es una de nuestras fotografías más destacadas e internacionales y, al mismo tiempo, tiene un interés singularísimo para la antropología porque ha hecho de la fotografía etnográfica el eje de gran parte de su trabajo. En esta entrada vamos a conocer mejor su estilo de trabajo, su obra y dónde podemos contemplarla.


Cristina García Rodero, corazón de antropóloga.


Cristina nació en Puertollano (Ciudad Real) en 1949. Estudió Bellas Artes en Madrid y precisamente aterrizó en la capital en medio de la conmoción social de 1968. Tuvo a Antonio López como profesor de pintura e inicialmente iba a dedicarse a ello, por lo que se marchó a Florencia con una beca de ampliación de estudios. Sin embargo, la experiencia la decepcionó profundamente y la puso en el camino de la fotografía, que ya le había interesado de joven. Obtiene entonces una beca de la Fundación Juan March para estudiar los ritos, fiestas y costumbres tradicionales en una España, la de la Transición, que estaba sufriendo unas transformaciones aceleradas. A lo largo de quince años, de 1974 a 1989, la autora realizó el meticulosos retrato antropológico de la España oculta: "Cuando conocí lo que eran nuestras fiestas populares, decidí que era lo que quería hacer. La riqueza y contenido de imágenes que le da la fiesta fue lo que me desvió, no la fotografía, sino el tema que encontré, que me interesaba, que no estaba hecho y me sentía en la obligación de hacer, de no permitir que solo se conocieran cuatro fiestas importantes con las que el gobierno quería dar una imagen turística del país".
Peliqueiro, 1975, España oculta
La autora no dudó en dedicarle ese periodo tan prolongado de su vida porque se apasionó con la diversidad de costumbres que fue encontrando. Cristina García Rodero no es antropóloga pero reconoce que su preocupación era, por un lado, profundizar en el conocimiento del ser humano y, por otro, capturar imágenes de festividades populares, funerales y rituales que estaban en trance de desaparecer, porque eran vistos como atavismos que no casaban con la idea de una España moderna. Después, como ella misma reflexiona, las comunidades autónomas y los ayuntamientos reinventarían su pasado rescatando estas fiestas pero aderezadas con otros elementos. Por todo ello podemos decir que en las fotografías de Cristina García Rodero tenemos una auténtica antropología de salvamento. Su obra no es puramente gráfica sino que va precedida de una investigación rigurosa, desde el respeto y el valor concedido a la sabiduría popular. Ese aprecio hace extremadamente valioso su trabajo para la antropología. Cuando se le pregunta si los ritos y tradiciones son algo que nos ancla al pasado o esencias que se deben proteger, contesta: “Es cierto que no dejan avanzar, pero muchas veces son el recuerdo de un pasado, y el pasado es Historia. Y conviene saber de ella. Toda fiesta es un cúmulo de sensaciones e ideas. También un ritual. Y algunos te dotan de grandes enseñanzas, pautas que han sido capaces de perdurar siglos y siglos”.
Rituales de María Lionza, Venezuela
Para descubrir lo que convenía documentar, Cristina nos dice que se pasaba horas y horas hablando con toda clase de personas. Para ella es un placer vivir esas fiestas y ritos con la intimidad que necesita para hacer eficazmente su trabajo y, al mismo tiempo, sin interferir con sus modelos. Curiosamente, es el mismo criterio de actuación que rige  para el antropólogo mediante la observación participante.
Jarramplás, Piornal, 1980, España oculta.  Un hombre salvaje español
Una obra imprescindible.
Entre sus trabajos, me gustaría destacar los siguientes:
-España oculta, libro publicado 1990 y el que podéis acceder en este enlace: http://www.ub.edu/sociologia_visual/recerca/oculto.pdf. El libro está prologado por Julio Caro Baroja.
-España, fiestas y ritos (1992)
Grabarka, el monte de las seiscientas cruces. Una peregrinación ortodoxa en Polonia (2000).

Lo festivo y lo sagrado (2001), pretende poner de relieve los puntos de conexión entre una y otra esfera.
- En 2008 expuso la serie Maria Lionza, la diosa de los ojos de agua. Sobre ello nos cuenta que en el “baile de la candela” entran en trance y saltan la hoguera en llamas e incluso se sientan sobre ella. Todas las luces se apagan para que nada distraiga del poder ígneo. Por ese motivo no le fue posible utilizar el flash, ya que creen que esa luz súbita es capaz de dejarlos en trance para siempre. Por eso empezó a utilizar entonces la cámara digital, que simultanea con la analógica, según las características de cada trabajo. Es muy destacable el uso que realiza del blanco y negro, que considera más subjetivo.



Lalibela, Etiopía. Cerca del cielo (2009).Una comunidad cristiana en África cuyos maravillosos templos, excavados en la roca,  se  remontan al siglo XII. 

-Tierra de sueños (2016), una exposición de Caixaforum en colaboración con la Fundación Vicente Ferrer, nos habla de las discriminaciones a la mujer india en el mundo rural.

- Su último proyecto constituye su trabajo más ambicioso porque pretende documentar los festivales eróticos. El objeto de su investigación es cómo se entrelazan la espiritualidad consustancial al ser humano y su relación con lo carnal.

En 2005 Cristina García Rodero ingresó en la prestigiosa agencia de fotoperiodismo Magnum. Es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2013. Premio Nacional de Fotografía en 1996. Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2005. Pero el galardón que ella valora especialmente es la Medalla al Mérito en el Trabajo en 2014, porque se siente una trabajadora incansable.


Hasta ahora su obra estaba dispersa en museos e instituciones, como en el Museo Reina Sofía, en el IVAM de Valencia, en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela… Pero acaba de inaugurarse un museo dedicado a su obra en su Puertollano natal, una iniciativa que merece una calurosa acogida. En un amplio espacio expositivo, 2130 metros cuadrados divididos en tres plantas, el museo albergará, además de exposiciones temporales, una colección permanente que se nutre de la obra adquirida por el Ayuntamiento de la localidad, la colección privada de la autora y de otras colecciones de particulares. Para dar mayor realce a la inauguración, la exposición temporal Rituales de Haití nos acerca el trabajo que Cristina García Rodero realizó en 2001 y por el que obtuvo el Premio Nacional de Fotografía. No hay que perdérselo.
Gabino Diego, gran amante de la fotografía, no ha querido perderse la inauguración
Esta es la interesante información que proporciona la página del Ayuntamiento sobre el contenido de la exposición:

“Es el viaje que nos propone García Rodero por el vudú en un país de desigualdades, contrastes y espiritualidad. De la esclavitud a la libertad, de la clandestinidad a una identidad propia y una fuente de inspiración para artistas, música y danza.
Brazos en alto a la caída del agua divina de la cascada Saut d´ Eau, espacio de culto y sagrado en el que se busca el deseado milagro al igual que en la Planicie del Norte en la que se respiran aires de independencia en un lugar de ofrendas y sacrificios.
Un itinerario que también nos lleva al juego entre la vida y la muerte en el día de los difuntos en Puerto Príncipe, con insinuantes danzas y el singular respeto y a la vez burla por los que ya se fueron.
Un camino por el vudú de ceremonias, trances, divinidades, leyendas, maleficios, animales degollados, ojos blancos y leyendas.
Carnaval Jacmel
La pureza en el fervor por los gemelos, el colorido e imaginación en uno de los carnavales más singulares del mundo, el de Jacmel, en el que todos viven la fiesta por igual sea del estrato social del que provengas hasta descubrir la estrecha relación del vudú con el catolicismo, que cobra mayor firmeza durante la Cuaresma y Semana Santa, tiempo en el que se busca desde el amor a acabar con la mala suerte en el calvario de los milagros de Ganthier durante el Viernes Santo.
Las bandas de los “Rara” que siguen los pasos marcados por los dioses a las ceremonias del Domingo de Pascua en Souvenance, uno de los centros de vudú más conocidos, como un claro ejemplo de la herencia de los indios taínos y los esclavos africanos.
Una exposición cargada de misterio, misticismo, lamentos, angustia, miradas, religiosidad y la esperanza de que el pueblo haitiano salvaguarda su legado y sueña por una vida mejor”.


Otras fuentes consultadas:

-Entrevista a Cristina García Rodero en Jot Down, Julio 2013.
-Entrevista en ABC. 21-6-2018.
- Cristina García Rodero en Agencia Magnum.

Las fotografías son copyright de Cristina García Rodero.
Georgia, 1995. El número tres fascina a la autora.





Comentarios

  1. Una artista muy interesante para la Antropología, y una muestra más de la hibridación de arte y estudios antropológicos.
    Enhorabuena.

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