CIMARRÓN (I). Tradiciones festivas en el Caribe y América Central. Entre África y Europa.
Touloulou, |
Charles Fréger no es solo un fotógrafo fascinante sino que su obra tiene un grandísimo interés para los amantes de las tradiciones populares, especialmente las relacionadas con el carnaval. En este siempre confluyen influencias diversas, incluso contradictorias, a la hora de expresar la otredad, la rebeldía, la subversión, y los pares de oposiciones cargados de un enorme simbolismo como el mundo rural y el urbano, lo religioso y lo profano, la vida y la muerte, o la confusión y superación de las diferencias de género. Ya dedicamos a Fréger, que siempre acompaña sus libros con interesantísimas reflexiones etnográficas, una entrada sobre el hombre salvaje europeo,Wilder Mann (https://anthropotopia.blogspot.com/2014/06/wilder-mann-el-hombre-salvaje-europeo.html). En esta ocasión, siguiendo los pasos de su última publicación, Cimarron (2019), y los textos de Ana Ruiz Valencia que traduzco y adapto del inglés, vamos a profundizar en el carnaval caribeño, en el que confluyen tradiciones europeas, africanas y nativas. Tras la pista de estas máscaras, que son signo de orgullo de la propia identidad nacional, aprenderemos muchísimas cosas sobre la historia terrible de la esclavitud en América pero también de los mecanismos que encontraron los oprimidos, y las oprimidas, para preservar su dignidad humana y expresar, en tan terribles circunstancias, la alegría de vivir. Comprobaremos también la inagotable capacidad de estas fiestas para adaptarse a las nuevas ideas y situaciones sociales, lo que dice mucho de su dinamismo y perenne vigencia. Como hay muchas historias que contar, dividiremos la materia en dos partes. Esta primera cubre Guadalupe, Antigua, Monserrat, Islas Vírgenes, Martinica, Guayana francesa, Haití y República Dominicana.
MAS A ROUKOU Y MAS A TERRE. Carnaval de Guadalupe (Francia).
El carnaval de Guadalupe se
celebra durante los dos meses anteriores al Miércoles de Ceniza. Los personajes
enmascarados no se consideran personas disfrazadas sino la encarnación de
espíritus. Cautivan a las multitudes con el sonido de los tambores (boulas). Desfilan en grupos sueltos que
acosan o aterrorizan al público. Existen dos tipos de figuras: Mas a
Roukou y Mas a Terre, caracterizadas por
el uso de materiales rudimentarios para la creación de sus máscaras y vestidos.
Se embadurnan con sustancias como el roukou
(un pigmento rojo originariamente usado por los indios caribes para protegerse
del sol), el sirope de caña, aceite o barro. Se visten con ramas u hojas secas
del banano. Se aproximan a los viandantes y los amenazan con sus látigos para
sacarles unas monedas que gastar en la fiesta.
SENSAY. Carnaval de Antigua
(Antigua y Barbuda).
El carnaval de Antigua tiene
lugar a principios de agosto. La influencia del carnaval de la República
Dominicana es visible en las “máscaras de andrajos” (masques en haillons, en el idioma criollo), como ocurre con el
Sensay. Su vestido inicialmente se hacía de cuerdas deshechas de sisal, una
especie de la planta del agave, aunque actualmente es más común utilizar tiras de
colores de telas, de papel o de plástico.
Este personaje está estrechamente
relacionado con el Kankuran del pueblo mandinga en África occidental y que
también lucha contra las fuerzas del mal. Se cree que ambos protegen a sus respectivas
comunidades. El nombre de Sensay deriva
de la palabra del dialecto Twi de Ghana para las gallinas Frizzle, senseh, un ave reverenciada tanto en
África Occidental como en el Caribe como animal sabio, capaz de encontrar
objetos perdidos y de proteger a sus propietarios de la magia negra.
ENMASCARADOS DE MONSERRAT. Carnaval
de Monserrat (EE.UU).
Montserrat, también conocida como
la “Isla Esmeralda” del Caribe, es un territorio británico de ultramar. Algunos
de sus colonos más tempranos fueron irlandeses católicos que buscaban refugio
contra la represión protestante durante la primera mitad del siglo XVII. Algunos
llegaron como siervos (indentured servants, obligados durante un periodo de tiempo entre 4 y 7 años a trabajar para pagar su viaje a América ) y al poco establecieron una estrecha relación con la
población africana. Bailar y hacer burlas de sus amos era una manera de
entretenerse para los esclavos y los trabajadores forzados pero también
implicaba un profundo significado simbólico: era la forma de invocar a los
espíritus jumbie, fantasmas que curaban
las enfermedades y exorcizaban a los demonios o castigaban a los malhechores. El
acompañamiento musical nació de una curiosa mezcla de tambores africanos, güiros
y maracas latinoamericanos y violines europeos. El Día de San Patricio es una ocasión
importante en la cual los enmascarados salen a las calles puesto que coincide
con la conmemoración de la revuelta de 1768, en la que los esclavos planearon el
ataque a toda la isla mientras que sus amos celebraban la fiesta. Aunque las
autoridades derrotaron a los esclavos, los montserratinos celebran su coraje
ante la injusticia. El carnaval se celebra entre los días 14 de diciembre y 1
de enero.
JAM BULL Y JOHN BULL. Carnaval de Saint Croix, Islas Vírgenes (Estados Unidos).
El carnaval de Saint Croix se
celebra entre el 17 de diciembre y el 6 de enero. En Antigua tiene lugar a principios de
agosto. En 1957 los carnavales de Antigua y Barbuda reemplazaron el Festival de
Navidad de los viejos tiempos, con miras puestas en promover el turismo en estas
islas. La estación se celebra con múltiples representaciones del toro,
influenciadas por las máscaras de Alta Guinea, como el Red Bull en Saint Kitts
y Nevis, el Jam Bull en las Islas Vírgenes, el jamaicano Junkanoo, y John Bull
en Antigua. Antes de que las Islas Vírgenes fueran vendidas a los Estados Unidos,
el toro aparecía regularmente en el carnaval de Saint Croix llevando un traje
hecho de estopa, mientras que en Antigua usaban hojas de banano sobre un
armazón.
En los territorios británicos de
ultramar el nombre “John” se usa a menudo para las danzas festivas, y en
Antigua el nombre del toro con cuernos hace referencia al icono inglés del
siglo XVIII, John Bull, personificación de la nación, equivalente al Tío Sam
americano, y cuya glotonería representaba la prosperidad del imperio. Aquí John
se convierte en una figura de protesta: simultáneamente atemoriza y es víctima
de la violenta flagelación que las autoridades británicas infligían a los
esclavos africanos.
DIABLES ROUGES Y MARIYANN
LAPO-FIG. Carnaval de Martinica (Francia).
El carnaval de Martinica se
extiende del Domingo de Carnaval al Miércoles de Ceniza. Antes de la erupción
del Monte Pelée en 1902, Saint Pierre era una de las ciudades más ricas de las
Antillas. El Mariyann Lapo- Fig representa a un oso llamado Mariyann que escapó
de un circo el mismo año de esa erupción y aterrorizó a la ciudad. Los habitantes
crearon un personaje de carnaval con la cabeza de un oso y lo cubrieron con lapo fig, piel de banana, que se mueve a
medida que el personaje brinca delante de la audiencia.
Es posible trazar una herencia
dual en muchos de los personajes representados por los africanos en las festividades
americanas, lo que enlaza las tradiciones europeas, habitualmente de origen
cristiano, con su mitología ancestral, a través de la creolización de los ritos
africanos. Los Diables Rouges, por
ejemplo, son una rememoración del demonio cristiano en los carnavales. Muchos
de los africanos que fueron traídos a América eran ya católicos, porque habían
sido convertidos por los misioneros europeos en sus países de origen. Pero los
vestidos que lucen los diablos también tienen una fuerte resemblanza con la de
los ritos de iniciación tradicionales del pueblo Diola, de la región Casamance
en Senegal. La máscara que cubre toda la cara en las ceremonias de iniciación
tiene el mismo aspecto, y luce similares cuernos y espejos.
NÈG GWO SIWO. Carnaval de
Martinica (Francia).
En las décadas que siguieron al
asentamiento francés en la Martinica, los esclavos empezaron a reunirse en las
tardes de domingo a celebrar el Día del Señor con canciones de su tierra, a
pesar de las restricciones impuestas por las autoridades europeas. A diferencia
de las cofradías en las colonias españolas, las sociedades de esclavos en las
colonias francesas permanecían en la clandestinidad.
El Nèg Gwo Siwo representa a los esclavos fugitivos,
que cubrían sus cuerpos con una mezcla de sirope de azúcar de caña y carbón
para asustar a la audiencia. Según desfilan, tocan con las manos el gwo ka, un tambor que cuelga de su cintura,
dando pequeños pasos. Esto los
diferencia de otros personajes del carnaval y los conectándolos con las
prácticas iniciación de las sociedades secretas en África Occidental.
TOULOULOU. Carnaval de Cayena, en la Guayana francesa.
El carnaval de Cayena tiene lugar
entre el primer domingo después de la Epifanía hasta el Miércoles de Ceniza. Indudablemente,
los personajes más famosos de este carnaval son las Touloulous, inspiradas en
las damas burguesas de los siglos XVIII y XIX. Su poder permanece oculto. Son
mujeres y hombres que esconden su verdadera identidad bajo máscaras, guantes y
largos vestidos que cubren unas voluminosas enaguas, a veces evitando que la
falda toque el suelo a la moda de antaño.
Las Touloulous desfilan los
viernes y sábados durante el carnaval y danzan en los bailes de máscaras que
han pasado a formar parte de la fiesta desde los años 60. Solo las Touloulous
pueden invitar a los hombres a bailar y los hombres no pueden rechazar esa
invitación. Se interesan especialmente por los que no llevan ningún disfraz y
se esconden al final del salón. Cuando se aproximan a un hombre, ella tiene que
decirle, en voz chillona, “Touloulou a
soif” (“Touloulou tiene sed”) para que le consiga una cerveza, que beberá con
una pajita a través de su máscara. En los últimos años se han introducido
variaciones en este personaje. Los Touloulous
sales, hombres travestidos de mujeres que desfilan de forma provocativa y
exagerada la tarde del domingo, mientras que los Tololos remedan hombres burgueses y organizan sus propios bailes de
máscaras, con reglas similares a las de las Touloulous.
Quiénes salen a desfilar sin pertenecer a un grupo particular son llamados Touloulous squatteurs.
BÈL MADIGRA Y LANSET KOD. Carnaval de Jacmel, en Haití.
Este colorista carnaval se celebra
del domingo después de la Epifanía al Mardi
Gras (Martes de Carnaval). Jacmel se estableció como un importante puerto
de mar en francés en 1698, en el antiguo territorio taino. En las últimas
décadas del siglo XVIII la ciudad se enriqueció con las exportaciones de café,
que llevaron a un incremento de prosperidad para los descendientes de esclavos
liberados. Paradójicamente, su población luchó contra los ejércitos de esclavos
que se levantaron al principio de la revolución haitiana de 1791.
El carnaval
se viene celebrando en Jacmel desde la llegada de los colonos españoles y
franceses en los siglos XVI y XVII. Cada domingo de la temporada de carnaval se
reúnen diferentes personajes. Bèl Madigra
es una especie de zumbi de carnaval,
un muerto viviente lleno de colores y alegría. Otros personajes destacan como reflejo
de sujetos que existieron históricamente pero también de las luchas de la
sociedad actual haitiana. El Lanset Kod,
del criollo lanceur de corde, “lanzador
de soga”, simboliza la batalla contra la esclavitud y untan a los espectadores
con sus cuerpos cubiertos de carbón.
Los Guloyas pertenecen a una
fiesta que se celebra entre el 25 de diciembre y el 6 de enero. A finales del
siglo XIX y principios del XX la producción del azúcar se vino abajo en las
Antillas británicas y las fábricas en la República Dominicana se adueñaron del
mercado regional del azúcar. Debido a la demanda de mano de obra en las
plantaciones dominicanas, y la resistencia de los trabajadores locales a
aceptar los bajos salarios y las condiciones de trabajo ofrecidas, llegaron
cientos de inmigrantes desde las islas vecinas. Los descendientes de los esclavos
que se instalaron en la provincia azucarera de San Pedro de Macorís, peyorativamente
llamados cocolos por los dominicanos,
trajeron con ellos su cultura, instituciones y vestimentas, fruto de un
sincretismo entre las tradiciones británicas y africanas. Estas se manifestaban
en el pensamiento mágico, la danza y la cocina, y las europeas en la lengua, la
religión protestante y el teatro bíblico. El Teatro Danzante Cocolo de San
Pedro de Macorís es el más claro ejemplo de la contribución cultural de esta
población a la República Dominicana. Interpretan los dramas y danzas de la
Inglaterra medieval que siglos antes se enseñaban a sus ancestros, como The Bull, Moko Jumbie y Mummies, llamadas coloquialmente momís, los Peacock Fighters o los Wild
Indians, estos últimos más recientes e inspirados por los western americanos.
La historia de David y Goliat, de la que deriva el nombre de Guloya, es la más
famosa de las representaciones teatrales. Van acompañadas por flauta, tambores,
triángulo y fueron originariamente interpretadas en inglés, tanto por tradición
como también para esconder sus lecciones morales y políticas, especialmente durante
el régimen de Trujillo entre 1942 y 1952.
Platanuses y Papeluses son
personajes del Carnaval Cotuí, que tiene lugar los domingos del mes de febrero.
A comienzos del siglo XVI la ciudad de Cotuí fue fundada por colonos que
descubrieron oro en la zona. Fue la primera área en la actual República
Dominicana que usó como esclavos a los black
ladinos, que no necesariamente habían nacido en África y sabían hablar
español, debido al exterminio del pueblo nativo Cotoi, sojuzgado para la
explotación de las minas.
Las comunidades negras asentadas en esta
región usaron las hojas de banana secas para elaborar sus máscaras
ceremoniales, un material que todavía se utiliza en la creación de los
disfraces de carnaval y da nombre a los Platanuses.
Por su parte, los Papeluses son una invención más reciente sobre la base del anterior personaje y cuyos vestidos se confeccionan con papel de periódico reciclado. Estos demonios llevan máscaras de calabaza pintadas y vejigas de vaca secas. En los últimos años han aparecido los Funduses, personaje que lleva el mismo estilo de traje pero hecho de tiras de bolsas de plástico brillante.
Por su parte, los Papeluses son una invención más reciente sobre la base del anterior personaje y cuyos vestidos se confeccionan con papel de periódico reciclado. Estos demonios llevan máscaras de calabaza pintadas y vejigas de vaca secas. En los últimos años han aparecido los Funduses, personaje que lleva el mismo estilo de traje pero hecho de tiras de bolsas de plástico brillante.
Algunos cronistas sitúan los
orígenes del Carnaval de la República Dominicana en torno a 1520, cuando tenía
lugar la celebración de las Carnestolendas
en España, los tres días previos al Miércoles de Ceniza. Más tarde, a causa de
la independencia del país en febrero de 1844 y la Restauración de 1865, el
carnaval llegó a identificarse más bien con la celebración de la fiesta nacional
durante el mes de febrero. En cambio, en Elías Piña, las máscaras del diablo desfilan
en Semana Santa. Están hechas de cartón, plumas y algodón. Después del Viernes
y del Sábado Santo, estos diablos retornan a sus tierras, donde se queman las
máscaras y se esparcen las cenizas por los campos como una ofrenda de fertilidad.
TIZNAOS Y PINTAOS DE BARAHONA. Carnaval Cimarrón, en la República
Dominicana (comienzo de la primavera).
En la república Dominicana las
festividades que marcan el comienzo de la primavera en diferentes ciudades se
denominan Carnaval Cimarrón y usualmente se establecen en consonancia con las
fechas variables de la Semana Santa. Su nombre encarna la naturaleza rebelde y
ritual de las celebraciones campesinas, que rechaza el colonialismo cultural y
homenajea a los esclavos africanos que escaparon a las montañas para constituir
manieles, al tiempo que reconocen la
influencia de la tradición carnavalesca europea.
El cuerpo pintado es un elemento
común de la mayoría de las troupes
del Carnaval Cimarrón, en tanto homenaje a los ancestros africanos de los
danzantes. Incluyen también a los Brujos y los Hombres de Barro pero aquí nos
vamos a fijar, primero, en una de las figuras más populares, los Tiznaos, que
van completamente cubiertos de aceite quemado. Llevan faldas de hoja de palma y
collares hechos de huesos de animales. En cambio, los Pintaos de Barahona son los
únicos personajes que se pintan con colores brillantes, reinterpretando así la
forma en que cimarrones manchaban su cuerpo para esconderse de sus perseguidores.
Como parte de su ajuar, los Tiznaos portan la cabeza de una muñeca, que
simboliza el nacimiento, y collares de huesos, para aludir a la muerte.
Todas las fotos son copyrigth de Charles Fréger y proceden de su página oficial.
Aquí podéis acceder a la segunda parte de la entrada:https://anthropotopia.blogspot.com/2019/09/cimarron-ii-tradiciones-festivas-en-el.htm
Aquí podéis acceder a la segunda parte de la entrada:https://anthropotopia.blogspot.com/2019/09/cimarron-ii-tradiciones-festivas-en-el.htm
Fuentes consultadas:
-Fréger, Charles. Cimarron. Freedom and Masquerade.Thames and Hudson, 2019.
-Charles, Jacqueline: "Ritos de rebelión". National Geographic, febrero 2019.Diablicos Sucios, Panamá. |
Interesantísima y colorista entrada. Qué curioso que las Touloulou, especialmente la primera que aparece en la entrada, se parezcan tanto a la Moma del Corpus de Valencia.
ResponderEliminarMuchas gracias, María. Sí, una Moma caribeña. La fotografía está puesta en la cabecera con toda la intención de destacar esos parecidos.
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