LITERATURA GÓTICA EN ESTADOS UNIDOS
Literatura gótica
norteamericana: el romanticismo oscuro
El romanticismo oscuro, conocido popularmente como “gótico
americano”, es un tenebroso sub-género literario surgido en el siglo XIX a partir del movimiento filosófico denominado
trascendentalismo (basado en el rechazo a la Iglesia Unitaria y a ciertas
doctrinas racionalistas del siglo XVIII). A pesar de que esta corriente fuera una gran
influencia para el romanticismo oscuro, existen diferencias importantes entre
ellos: así como el primero presenta personajes que buscan reformar socialmente
el mundo que los rodea, el segundo expone los fracasos individuales de los
mismos protagonistas. A grandes rasgos,
el romanticismo oscuro presenta una visión más pesimista del mundo.
Características
Una de las características principales del romanticismo
oscuro es la presencia de personajes macabros y auto-destructivos, sujetos
proclives a la locura y al pecado. Por lo general, el gótico americano es
melancólico, lleno de angustia y de sufrimiento.
Al igual que las obras de la literatura gótica inglesa, el
gótico americano también presenta elementos sobrenaturales como espíritus y
fantasmas; las historias se desarrollan en lugares siniestros o exóticos y las
emociones de los personajes son desmesuradas (los personajes están sujetos a
ataques de pánico, pasiones desenfrenadas, furia, paranoia…).
Los románticos oscuros utilizaron las emociones y
sentimientos para explorar el lado más oscuro y desconocido de la mente y el
alma humana. Los tres escritores más importantes de este movimiento son
Nathaniel Hawthorne, Herman Melville y Edgar Allan Poe. También se le adscribe a este movimiento a la
poeta Emily Dickinson.
Aunque estos tres primeros autores fueron considerados “anti-trascendentalistas”, su visión del
mundo era imaginativa, esencialmente romántica, lo que hizo hincapié en la
intuición, los poderes de la naturaleza y en las emociones individuales.
Hawthorne es conocido por sus relatos breves.En 1854 publicó “Musgos de una vieja mansión”, un libro
de cuentos en el que se encuentra uno de sus relatos más famosos “El joven Goodman Brown”.
Esta terrorífica historia tiene lugar en la Nueva Inglaterra
puritana del siglo XVII (un escenario muy característico de las obras de
Hawthorne). El joven Goodman Brown vive en el pueblo de Salem junto a su
esposa, Hope. Una noche Brown decide
salir de casa a medianoche y reunirse en el bosque con un misterioso
desconocido. Adentrándose en medio de
aquel inhóspito paraje, el joven Goodman Brown se encuentra nada más ni nada
menos que con el diablo, quien tiene el aspecto de un hombre anciano que porta
un bastón en forma de serpiente. El
protagonista se siente culpable de cumplir con esta cita mientras que piensa en
la intachable moral de su familia y en las consecuencias que podía sufrir si
las buenas gentes del pueblo de Salem le vieran con semejante compañía. El diablo se ríe del ingenuo Goodman Brown y
le cuenta lo bien aceptado que ha sido en su respetable sociedad, especialmente
en su familia.
Durante la noche, en aquel sombrío bosque, el dúo se encuentra con una anciana y, avergonzado, el
joven Brown busca un escondrijo para no ser descubierto con el diablo. Sin
embargo, mientras está escondido, observa que el diablo se detiene a charlar con la anciana, quien
revela que es una bruja. Para sorpresa del joven, la bruja resulta ser Goody
Cloyse, una respetable mujer del pueblo quien le enseñó el catecismo cuando él
era pequeño.
Conmocionado por el
horrible suceso, Brown piensa en volver a casa, pero antes de concretar la idea
descubre en el bosque a otros miembros, supuestamente honorables, de su
comunidad. Entre ellos, encuentra al párroco y al diácono de la iglesia,
quienes también se dirigen a aquella diabólica reunión a la que Brown había
sido invitado. Cuando nuestro protagonista intenta huir de aquel infierno,
encuentra a su esposa Hope acompañada de un aquelarre y le ruega que resista la
tentación. Sin embargo, todos sus intentos son en vano.
En esta reunión infernal se encontraba la mayoría de
habitantes del pueblo de Salem; todos ellos adorando a Lucifer, rey de los
infiernos. El diablo comienza su discurso y presenta a los iniciados: Goodman
Brown y Hope. Ahora llega el momento de decidir, si seguir formando parte de la
comunidad o abandonarla. Brown decide marcharse pero nunca supo la decisión de
su mujer. Atónito y desengañado, despierta en medio del bosque al amanecer. No
quedaba ni rastro de la reunión.
Goodman Brown, aunque volvió al pueblo, nunca volvió a
confiar en sus vecinos, ni siquiera en su esposa, pues no estaba seguro si todo
lo que había ocurrido aquella horrible noche era tan solo una pesadilla o la
cruel realidad.
Este macabro relato se escribió con la finalidad de explorar
el lado oscuro del alma del ser humano, además de criticar la hipocresía y el
fanatismo religioso de Salem, pueblo natal de Hawthorne. Se dice que sus
antepasados fundaron el pueblo y que incluso alguno de ellos sirvió como
magistrado en los famosos juicios por brujería de Salem en 1692. Se cree que
desde entonces la familia del escritor está maldita ya que tras aquellos
juicios la desgracia se cegó con los Hawthorne.
Herman Melville (1819-1891)
Fue muy conocido en vida por sus libros de viajes, pero la
crítica del siglo XX ha rescatado obras capitales en la literatura gótica como “Moby-Dick” (dedicada a Nathaniel
Hawthorne) y “Bartleby, el escribiente”, cuyos
temas principales son la locura, el misterio y el triunfo del mal sobre el
bien.
Nathaniel Hawthorne no solo influyó a Herman Melville a
nivel personal sino también a nivel profesional. Es por ello que sus obras
comparten ciertas características. Al igual que Hawthorne, Melville escribió
sobre la ambición ciega del ser humano, su crueldad y el desafío a dios. Un
personaje que recoge todas estas propiedades es el capitán Ahab en “Moby-Dick”. Además, existe un
paralelismo entre los narradores de esta popular novela y el cuento del joven Goodman Brown: al igual que el personaje de Goodman Brown personifica los
pensamientos, miedos y reflexiones de Hawthorne, el narrador de “Moby-Dick”, Ishmael personifica los de
Melville.
La obra de Herman Melville no fue suficientemente reconocida
en su época. Sin embargo, en la actualidad goza de un merecido prestigio,
convirtiendo a su autor en uno de los principales novelistas de su país y uno
de los precursores de la literatura de carácter existencialista.
Edgar Allan Poe (1809-1849)
La literatura norteamericana no sería lo mismo sin las obras
de Edgar Allan Poe. Sin duda alguna, Poe simboliza el nacimiento del
romanticismo oscuro en los Estados Unidos.
A diferencia de sus contemporáneos, Poe estaba más interesado
en la estética que en la ética. En otras palabras, su mayor preocupación como
artista era cultivar la belleza, no dar lecciones de ética y de moral. De
hecho, condenaba de manera explícita la “herejía del didacticismo”. Otra característica que le diferenciaba de
otros escritores de la época es que Poe no basó sus obras en la historia y las
costumbres locales, sino que prefirió tratar temas excéntricos e incluso
extravagantes. Gran parte de sus relatos y poemas destacan por su exploración
en la psicología humana (a diferencia de Hawthorne y Melville que exploraban el
alma). También explora la perversidad y la auto-destrucción del ser humano. Entre sus obras del romanticismo oscuro
destacan sus cuentos de terror y sus poemas.
Cuentos de terror
Los cuentos de terror o macabros
constituyen su obra más conocida y propiamente genuina. Poe es considerado el
reformador de la novela gótica ya que en sus obras resta la cantidad de
elementos sobrenaturales, como en sus magistrales “El gato negro” y “El corazón
delator”. Lo fantástico en su literatura se presenta en un equilibrio entre
lo realista y lo maravilloso. Estos dos relatos se desarrollan en lo real y lo
extraño. Presentan personajes reales, casi cotidianos, con vidas aparentemente
comunes. A su vez, estos personajes viven en ambientes normales (lo que le
permite al lector un acercamiento más rápido). Estas dos historias poseen casi
la misma estructura, la misma característica de los personajes y ambos tienen
desenlaces similares. En estos cuentos el narrador es el protagonista, lo cual
permite al lector conocer los pensamientos más profundos del personaje. El
autor utiliza elementos que hacen referencia a los símbolos diabólicos como,
por ejemplo, el gato negro.
En sendos relatos los protagonistas tienen
una mente perturbada que les acaba conduciendo a la demencia sádica. En “El gato negro”, el protagonista enloquece
tras matar a su gato después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol. La
locura le lleva incluso a acabar con la vida de su esposa. En “El corazón delator” la locura es
desencadenada por la obsesión del protagonista con el ojo del anciano, al creerle
maldito y por eso decide asesinarle. En
ambos cuentos de terror se presenta una sensación de conflicto entre los
sentimientos de culpa y de deseo tras cometer un asesinato.
Otros cuentos de terror que no debemos
olvidar son “La Caída de la casa Usher”
(considerado uno de los más importantes de su obra narrativa) y “La máscara
de la muerte roja” (interpretado como una alegoría a lo inevitable
de la muerte).
Poesía
Poe comenzó su creativa carrera como poeta,
con tres colecciones de poesía antes de que viera su primera obra de ficción en
la imprenta. A los dieciocho años,
persuadió a un joven impresor de publicar su primer libro de poesía “Tamerlán y otros poemas” (1829), en el
cual Poe firmó con el pseudónimo de “un bostoniano”. Este primer volumen pasó
prácticamente desapercibido cuando se publicó y los críticos piensan que esta
obra fue un producto de su trágico pasado. Es por ello que su estilo literario
se encuentra invadido por el horror, miedo e incluso sucesos paranormales.
Posiblemente
su universo interior se encontraba completamente aturdido, plagado de recuerdos
aterrorizantes y traumáticos.Su historia fue bastante triste, habiendo
quedado huérfano de niño, se crio en casa de un rico comerciante con quien
vivió en Inglaterra y estudió en un colegio privado, de forma interna. En 1820 regresó a Estados Unidos.
Debido a la vida dramática que había
vivido, la poesía de Poe transmite sentimientos de melancolía, tristeza e
incluso rebeldía.
- Obsesión con la muerte y la mujer
La obsesión de Poe con la muerte cobra
mayor sentido al analizar su vida, llena de periodos de soledad y sombras. Con apenas
tres años de edad, el escritor perdió a su madre. Desde ese momento, toda su
vida gira en torno a recuperar a ese ser amado. El género femenino en la poesía
de Edgar Allan Poe ocupa un espacio idealizado. Jamás habla de las mujeres como seres humanos
comunes. Siempre se encuentran rodeadas de un aura de espiritismo y misterio. Tras experimentar el dolor por la muerte de su
madre a una temprana edad, Poe fue testigo de la muerte de su madrastra y su
amada esposa. Ambas fallecieron a causa de la tuberculosis. Se piensa que este
terrible hecho inspiró su cuento “La
máscara de la muerte roja” nombrado anteriormente.
Su poesía parece tener tres elementos
inamovibles e íntimamente relacionados entre sí: la muerte, la mujer y el amor
como tragedia. Estos tres elementos conviven y se entrelazan a través de los
sonidos (la poesía de Edgar Allan Poe posee una musicalidad asombrosa).
Poe escribió un poema dedicado a su esposa “A Elena”, en el que el autor recuerda a
su amada muerta y expone todas sus virtudes sin llegar a idealizarla. Además,
escribió una serie de extraordinarios poemas malditos sobre el tópico que más
le obsesionaba: la muerte de una joven. Entre ellos, los más destacables son su
famoso “El cuervo”, “Annabel Lee” y “Ulalume”, todos ellos enfocados en la tragedia que supone la muerte
de una mujer joven y hermosa. Otro poema que no debemos olvidar es “Lenore”, en el cual la temática es
similar a los anteriores poemas pero está enfocada desde un ángulo distinto.
Mientras que en los anteriores poemas se llora por la muerte de la mujer, en “Lenore”, el amado considera indigno
lamentarse por la muerte de Lenore. Por el contrario, decide que debe celebrar
el ascenso de su amada al cielo, lugar donde espera encontrarla al finalizar
sus días.
El alcance de la influencia del escritor Edgar Allan Poe,
según remarcan todos los estudiosos, es inabarcable, y no solo en la literatura
de su país. El escritor argentino Jorge Luis Borges, en el prólogo
correspondiente a Poe de su “Biblioteca personal” (1988) afirma que la
literatura actual es inconcebible sin Walt Whitman ni Edgar Allan Poe.
A través de su literatura, su influencia se extiende a otros campos como el cine, la pintura e incluso el cómic. Muchas de las obras de Edgar Allan Poe fueron llevadas a la gran pantalla con el cine de
Roger Corman, quien dirigió sus películas basadas en “La caída de la casa Usher”, “El cuervo”, “La máscara de la muerte roja” o “El péndulo de la muerte”. En la mayoría de estas películas, la estrella de cine de horror gótico, Vincent Price, actúa como protagonista.
Edgar Allan Poe además es considerado el creador del terror psicológico y contribuyó notablemente con varias obras al género emergente de la ciencia ficción, cultivado por escritores como H.P. Lovecraft un siglo después.
Emily Dickinson (1830-1886)
Junto al romántico oscuro Edgar Allan Poe, los
trascendentalistas Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman, Emily Dickinson es
considerada una de las poetas más brillantes de la literatura americana.
Aunque en vida solo publicó siete poemas, tras su muerte se
encontraron dos mil más que demostraron su talento y su manera impecable de
romper con las normas establecidas en la literatura de aquella época. Sus
poemas son únicos en comparación a los de sus contemporáneos: contienen líneas
cortas, por lo general carecen de título, las rimas son consonantes imperfectas
(half rhyme) y la puntuación y sintaxis empleadas no son nada convencionales,
dificultando en varias ocasiones la lectura de sus obras.
La poesía de Dickinson es asombrosamente rica y diversa,
abarcando temas muy diferentes entre sí, guiándose por distintos movimientos
como el trascendentalismo o el romanticismo. Este último inspiró sus poemas
cuya temática principal es la muerte, el descenso a la locura y el sufrimiento
de su atormentada mente. Uno de sus poemas más siniestros y brillantes es “Sentí un funeral en mi cerebro”, en el
que la poeta transmite su temor a la demencia y su obsesión por la muerte.
Sentí un funeral en mi cerebro,
los deudos iban y venían
arrastrándose -arrastrándose- hasta que pareció
que el sentido se quebraba definitivamente
-y cuando todos estuvieron sentados,
una liturgia, como un tambor-
comenzó a temblar -a batir- hasta que pensé
que mi mente enmudecía,
y luego los oí levantar el cajón
y crujió a través de mi alma
con los mismos zapatos de plomo, de nuevo,
el espacio- comenzó a repicar,
como si todos los cielos fueran campanas
y existir, sólo una oreja,
y yo, y el silencio, alguna raza extraña,
náufraga, solitaria, aquí
-y luego un vacío en la razón, se quebró,
caí, y caí-
y di con un mundo, en cada zambullida,
y terminé sabiendo -entonces -.
los deudos iban y venían
arrastrándose -arrastrándose- hasta que pareció
que el sentido se quebraba definitivamente
-y cuando todos estuvieron sentados,
una liturgia, como un tambor-
comenzó a temblar -a batir- hasta que pensé
que mi mente enmudecía,
y luego los oí levantar el cajón
y crujió a través de mi alma
con los mismos zapatos de plomo, de nuevo,
el espacio- comenzó a repicar,
como si todos los cielos fueran campanas
y existir, sólo una oreja,
y yo, y el silencio, alguna raza extraña,
náufraga, solitaria, aquí
-y luego un vacío en la razón, se quebró,
caí, y caí-
y di con un mundo, en cada zambullida,
y terminé sabiendo -entonces -.
La narrativa
gótica del siglo XX
- El gótico sureño
El gótico sureño es un subgénero de la novela gótica que se
desarrolló en el sur de Estados Unidos. En este subgénero también aparecen
elementos sobrenaturales o extraños para crear el argumento pero, a diferencia
de la novela gótica, estos elementos no se emplean para generar suspense, sino
para describir cuestiones sociales y explorar la cultura del sur del país. Otra característica del
gótico sureño es la presencia de personajes profundamente perturbados,
escenarios decadentes, situaciones grotescas y siniestras que buscan canalizar
temores concretos de la época como la pobreza, el racismo y la violencia. Así,
los góticos sureños consiguen generar una especie de horror realista, no
exento del sarcasmo y de la ironía.
Según la enciclopedia británica “el gótico sureño es un
estilo de escritura practicado del sur
de Estados Unidos, y cuyas narraciones, ambientadas en esta región, se
caracterizan por lo grotesco, lo macabro o lo fantástico de sus
incidentes”.
Algunos de los autores que han cultivado este sub-género
son Harper Lee con su novela “Matar a un
ruiseñor”, Cormac McCarthy con “No es
país para viejos” y William Faulkner con “El ruido y la furia".
El legado de la narrativa gótica: el horror cósmico de
H.P Lovecraft
Howard Phillis Lovecraft (1890-1937) es considerado el gran
innovador de los cuentos de terror, al que aportó su propia mitología con la
aterradora saga “Los mitos de Cthulhu”,
desarrollada en colaboración con otros autores. Para ello, Lovecraft siguió una
corriente de terror cósmico materialista muy alejada de las vertientes tradicionales
del género gótico. Los monstruos tradicionales como los demonios, los espíritus
y los fantasmas son sustituidos por unos misteriosos seres de origen
alienígena. Lovecraft incorpora elementos propios de la ciencia ficción como
los viajes en el tiempo y la existencia de diferentes dimensiones.
Al igual que los góticos románticos del siglo anterior, sus
obras se hallan marcadas por el pesimismo y la oscuridad. Su abuelo fue quien
le introdujo a las historias góticas de terror. La literatura lovecrafitiana
tiene una gran influencia de la literatura de Edgar Allan Poe. Sobre todo, esta
influencia se aprecia en sus obras “La bestia en la cueva” y “El extraño”.
EL GÓTICO FEMENINO http://anthropotopia.blogspot.com.es/2017/08/la-mujer-gotica-un-recorrido-por-la.html
LA IMAGEN DEL SUR EN LA NOVELA GÓTICA http://anthropotopia.blogspot.com.es/2017/04/la-imagen-del-sur-en-la-novela-gotica.html
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