GEMELOS:LAZOS DE SANGRE. Repensando la ideología del parentesco occidental
Mientras investigaba la
biografía de Pamela Lyndon Travers, la autora de Mary Poppins, me tropecé con un relato asombroso. Como no tenía
hijos, la escritora decidió adoptar a un niño huérfano. En realidad, eran una
pareja de hermanos gemelos pero, después de consultar a una astróloga, la
escritora optó por quedarse solo con Camillus Hone, el primero en nacer. El
otro, Anthony, se quedó con sus abuelos en Irlanda. La madre adoptiva ocultó estos hechos
al pequeño Camillus, que se hizo mayor creyendo que su padre había muerto al poco de
su nacimiento. Pero la verdad de lo sucedido acabaría saliendo a la luz. Según relató Pamela, cuando
el joven tenía diecisiete años, tuvo un accidente de tráfico en Londres en el que fue a
chocar, sorprendentemente, con su hermano gemelo. Su edad igual y su parecido exacto
les hizo darse cuenta de su parentesco. Cuando ambos se presentaron en la casa
de Travers a pedirle explicaciones, la
madre de Mary Poppins cayó desvanecida al suelo de la impresión. Parece difícil hablar de casualidad en estas circunstancias,
así que creo que merece la pena reconsiderar nuestras ideas acerca de los lazos
de sangre, con especial referencia, esta vez, a los gemelos.
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Pamela Travers con Camillus Hone |
LAS CREENCIAS SOBRE EL PARENTESCO EN EL MUNDO
OCCIDENTAL
En la entrada La fuerza de la sangre (http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/06/la-fuerza-de-la-sangre-las-creencias.html
) reflexionábamos acerca de la ideología occidental
sobre el parentesco, que atribuye una especie de poder mágico a la sangre compartida por los familiares.
Esta sustancia vital, esencial, es vista como un poderoso fluido, capaz de unir
a los padres, hijos o hermanos separados, actuando sobre ellos como una irresistible fuerza de
atracción. En la concepción popular, la
sangre posee esa misteriosa potencia porque se mantiene idéntica, pura, transmitiéndose sin modificaciones de generación en generación. La llamamos etnoteoría porque
se trata de una suposición ampliamente compartida pero que carece de respaldo científico, ya que la recombinación aleatoria de
los genes impide hablar de transmisión en bloque del
material genético. Pero antes de que llegase
el momento de sentar las bases de la Genética, esas creencias tuvieron un gran arraigo en la literatura,
folklore y en la sabiduría popular: “de casta le viene al galgo”, “de tal palo,
tal astilla”, “la sangre llama a la sangre” o, traduciendo el dicho inglés, “la
sangre es más espesa que el agua”. Tales
ideas, que han permeado ampliamente las bases de nuestra cultura occidental,
hoy día todavía condicionan en gran medida nuestra forma de ver el mundo. A pesar
de ser conscientes de que no hay nada mágico en la sangre, seguimos hablando de los lazos indisolubles
que crea y de su fuerza casi insuperable para mantener unida a la familia. En
ocasiones leemos en los periódicos titulares sensacionalistas sobre gemelos separados al nacer que, al cabo de muchos
años, acaban reencontrándose bajo circunstancias
realmente asombrosas. Esas situaciones tan llamativas parecerían abonar la virtualidad atractiva de la sangre o de los genes compartidos, y así lo interpretan muchas personas cuando leen semejantes
noticias, como luego comprobaremos.
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Los relatos de reapariciones
inesperadas de familiares cercanos que se creían muertos son una verdadera
constante en la mitología griega, hasta el punto de que uno de los mitos
fundacionales de nuestra cultura, el de Edipo, es un modelo perfecto de esta trama de
acontecimientos. Como el oráculo de Delfos
había profetizado que Edipo asesinaría a su padre y se casaría con su madre, el rey Layo ordenó que lo matasen. Sin embargo, el criado
encargado de cumplir la cruel orden se compadeció del niño y lo abandonó en el
monte, donde Edipo creció salvaje e
ignorante de su noble origen. Debido a su carácter soberbio y violento, mató a un desconocido que no le permitía pasar en la encrucijada de un camino, y que era su verdadero padre. Con ello
se había cumplido la primera de las profecías. Tras ello se dirigió a la ciudad de Tebas, asolada por los males de la
Esfinge y, al conseguir descifrar su enigma, fue aclamado como héroe salvador de la polis. Gracias a ese triunfo, pudo casarse con la reina
viuda Yocasta y convertirse en rey de Tebas. Pero el destino inexorable y la
necesidad de purgar la culpa de sus horrendos crímenes contra las leyes naturales, fruto de una mancha más antigua que arrastraba su linaje, acabaría
destruyéndolo. En resumen, los elementos principales de esta historia son la
sangre manchada que se hereda y la fuerza del destino que atrae a los
personajes a cumplirlo, aunque hagan todo lo posible para evitar su encuentro.
ODIO ENTRE HERMANOS
En los ejemplos de El Trovador, la famosa ópera de Verdi, o la novela de Scaramouche, de Rafael Sabatini, que ya comentaba en la entrada La fuerza de la sangre, lo que
encontramos es la lucha feroz entre
hermanos que no saben que lo son. Son iguales pero totalmente opuestos y eso
los enfrenta. Incluso apunta ya en estos argumentos la idea de que uno es bueno
y el otro malvado. Este asunto del odio entre hermanos trae ecos del complejo
de Caín. El psicólogo francés Charles Baudouin escribió “los hermanos nacen ya enemigos”. A la oposición fraternal se asociaría también la figura del doppelgänger, el doble idéntico. A veces lo imaginamos como un gemelo
malvado, con igual aspecto físico pero con una moral opuesta, pervertida. Además
del paradigma del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de R. L. Stevenson, podéis encontrar muchos ejemplos del doble perverso en
el mundo del cómic y de la animación pero, para quienes son más aficionados al cine clásico, citaría Su propia
víctima (1964), una estupenda película de Bette Davis que encarna a dos hermanas gemelas. La mala asesina a
la buena para suplantarla y quedarse con su riqueza. Hasta llega a quemarse la
mano con un atizador para justificar que su firma sea diferente.
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Maquinando maldades |
La rivalidad
entre hermanos resulta inevitable como la parte oscura de esa relación ambivalente de amor-odio que genera la
convivencia en la familia. La literatura, el cine y la televisión explotan constantemente
estos conflictos familiares, así que me parece muy oportuna al respecto la
pregunta retórica de Mari Angeles Boix: ¿serían posibles esas larguísimas telenovelas si no hubiera en ellas hermanastros, padres que abandonan
a sus hijos, hijos que no son de sus padres…?
Otra idea muy acertada que
Angeles Boix trae a colación es el juego
de la sangre en la historia de Harry Potter. En ella se contraponen los magos a
los muggles y a los “sangre sucia”,
hijos de magos y muggles. A esta
denostada categoría pertenece la aplicada Hermione Granger. Y es que la creencia
en la pureza de la sangre, que no puede mezclarse porque se diluye su
identidad, es otra vieja herencia en nuestra cultura, esta vez de raíz judaica. En Levítico, 17, se hace residir en la sangre el elemento vital dado por Dios, el único que puede disponer de ella. Y es precisamente esa razón en la que se basan
los Testigos de Jehová para rechazar las transfusiones
de sangre. Esta idea del fluido vital que debe preservarse incólume también
está en la raíz del racismo y de tantos
nacionalismos de corte étnico, que ven a su grupo como una especie de familia
consanguínea extendida.
CONSANGUINIDAD E INCESTO
La ópera La Sonammbula (1831), de Vincenzo
Bellini, nos ofrece otra vuelta de tuerca sobre el tema del parentesco
reconocido. Todos creen que Amina, la protagonista, es huérfana. Esa ausencia de arraigo familiar hace que
la joven sienta una intensa soledad. Como a la Heidi de Johanna Spyri (1880) cuando estaba en Franckfurt, apartada de las bellas montañas suizas, donde
también transcurre esta ópera, la melancolía las arrastra a una enfermedad psíquica poco conocida en el siglo XIX, el
sonambulismo.
Amina ama a Elvino, con quien va a casarse, pero su prometido desconoce su problema. Un buen día llega al lugar un extranjero, Rodolfo, que corteja sin disimulo a Amina porque le recuerda a una mujer a la que amó muchos años atrás. Cuando cae la noche, Amina se encamina dormida a la habitación de Rodolfo, para confesarle su profundo amor por Elvino. En realidad, el conde Rodolfo era su padre natural, que se había marchado del pueblo hacía largo tiempo. Gracias al poder de los lazos de sangre, la infeliz Amina había intuido la identidad oculta de su padre y por ello, se apresuró a confiarle en un duermevela su felicidad amorosa. En el libreto de la ópera, sin embargo, se disimuló esta relación padre-hija, repleta de peligrosos flirteos y situaciones sicalípticas. Ya vimos también en el anterior artículo que una idea latente en la historia de la princesa Leia y Luke Skywalker era el encuentro entre hermanos de distinto sexo y el impulso erótico entre ellos, fuera de los límites morales del tabú del incesto, al que es difícil poner freno cuando los implicados no conocen su parentesco. En 2008 se hizo público el caso de dos gemelos británicos de distinto sexo que habían sido entregados en adopción a familias diferentes. Nada sabían el uno del otro así que, cuando se conocieron y se enamoraron, no encontraron ningún inconveniente para casarse. Cuando se descubrió el parentesco oculto, su matrimonio fue anulado.
Amina ama a Elvino, con quien va a casarse, pero su prometido desconoce su problema. Un buen día llega al lugar un extranjero, Rodolfo, que corteja sin disimulo a Amina porque le recuerda a una mujer a la que amó muchos años atrás. Cuando cae la noche, Amina se encamina dormida a la habitación de Rodolfo, para confesarle su profundo amor por Elvino. En realidad, el conde Rodolfo era su padre natural, que se había marchado del pueblo hacía largo tiempo. Gracias al poder de los lazos de sangre, la infeliz Amina había intuido la identidad oculta de su padre y por ello, se apresuró a confiarle en un duermevela su felicidad amorosa. En el libreto de la ópera, sin embargo, se disimuló esta relación padre-hija, repleta de peligrosos flirteos y situaciones sicalípticas. Ya vimos también en el anterior artículo que una idea latente en la historia de la princesa Leia y Luke Skywalker era el encuentro entre hermanos de distinto sexo y el impulso erótico entre ellos, fuera de los límites morales del tabú del incesto, al que es difícil poner freno cuando los implicados no conocen su parentesco. En 2008 se hizo público el caso de dos gemelos británicos de distinto sexo que habían sido entregados en adopción a familias diferentes. Nada sabían el uno del otro así que, cuando se conocieron y se enamoraron, no encontraron ningún inconveniente para casarse. Cuando se descubrió el parentesco oculto, su matrimonio fue anulado.
Existe otra interesante
variación sobre tal esquema argumental. En este caso, los equívocos en la
narración consisten en que quienes se
creen hermanos y, no obstante, se atraen sexualmente, se sienten atormentados
por esa pasión contra natura, hasta que algún acontecimiento fortuito descubre su errónea identidad oficial y da vía libre a
su amor. Este argumento hizo furor en el folletín decimonónico y aún puede
encontrarse en muchas películas en nuestros días.
LOS DEBERES PATERNOFILIALES
Situaciones socialmente tan
inadecuadas como la separación de los hijos
y los hermanos pueden dar lugar a la violación de otras leyes consideradas
sagradas. Así lo podemos comprobar en El malentendido (1944), una intensa obra
teatral de Albert Camus de simbolismo multiforme. Jan, un adinerado
norteamericano, marchó al extranjero cuando era muy
joven, dejando abandonadas a su madre y a su hermana. Ambas sobreviven
penosamente al frente de un hotelucho. Hasta tal punto ha hecho mella en ellas
la miseria económica y moral, que asesinan a sus ocasionales clientes en un desesperado
intento de escapar de aquel páramo hacia una vida mejor. Intentando recuperar el cariño
de su anciana madre y de su desgraciada
hermana, una agria solterona, Jan vuelve de incógnito esperando descubrir qué
desean para complacerlas. De manera infantil aspira a que sus seres queridos, a los
que ha apartado de su vida durante tantos años, lo reconozcan espontáneamente.
Pero estas dos mujeres feroces ya han planeado apropiarse de su dinero. El
asesinato da al traste con el feliz reencuentro. Como en la tragedia de Edipo,
para la madre y la hermana acaba siendo atroz el reconocimiento de la culpa, insoportable
el remordimiento por su ceguera ante el vínculo familiar. Ocultar el linaje propio puede conllevar la infracción de deberes paternofiliales que calificamos como sacrosantos, y dar lugar
a verdaderos dramas humanos. La moraleja de todas estas historias es que los
vínculos familiares deben hacerse públicos y manifiestos, para que puedan ser conocidos
por todos y garantizar su respeto.
MERCADO Y CONTROL SOCIAL
María Lorenzo también
pone el dedo en la llaga cuando denuncia el uso frívolo que la publicidad hace
de esa retórica de la sangre heredada. Cuando el objetivo es vender, echar mano
de las tradiciones familiares es un recurso muy fácil. Constantemente nos
aturden con costumbres y profesiones que pasan de padres a hijos, y con la
mística de lo natural, para inducirnos a comprar toda suerte de productos. Pero
existe otra posible interpretación más, que me vino a la cabeza viendo Monstruos University (2013), la precuela de la exitosa cinta de
animación de Pixar de hace unos años. El caso es que a Mike no lo dejan entrar
en la elitista escuela universitaria para monstruos porque no tiene el caché familiar para ello, mientras
que Sully tiene el necesario pero estropea su ingreso con su vagancia y con sus bromas.
Ambos se quedan fuera del curso pero con una remota opción, formando equipo con
otros simpáticos "colgados", para superar sus desventajas y lograr que
el colegio los acepte.
Tenemos ahí condensado el sueño americano: con tu esfuerzo todo es posible, no importa la clase social a la que pertenezcas, vales lo que eres capaz de conseguir, aunque no seas un wasp puedes subir de escalón social... Hasta aquí, la parte positiva y más evidente. Pero ahora viene la parte oscura, que es el motor de infinidad de películas. Por poner algún ejemplo destacado en que sea el centro de la trama, mencionaría El club de los poetas muertos (1989) y, sobre todo, El club de los emperadores (2002): al estudiante que ingresa en una prestigiosa universidad se le recuerdan inmediatamente los logros conseguidos por su padre y su abuelo, y los que se espera que él alcance, y así de generación en generación. Es un método de control social, un medio para forzar a los hijos para que sigan los pasos de sus padres y mantengan su posición de dominio al más alto nivel. Los padres plutócratas se aseguran de que sus descendientes estudien en la misma facultad, incluso con los mismos profesores si es posible, para que los conduzcan por la senda del saber que es poder. Y es también una forma de garantizar la estabilidad social. Los pobres, los extranjeros, siempre que sean emprendedores, pueden enriquecerse y situarse en un lugar más elevado en la escala social, pero siempre sin desbancar a los que ya están dentro.
En El Rey León (1994), una versión de Hamlet edulcorada con tintes ecologistas, también es fácil encontrar referencias a ese control social a través de la ideología del parentesco. La repetición de "mantras" como ”recuerda quién eres” o la canción “Él vive en tí”, son el detonante capaz de sacar a Simba de su molicie despreocupada entre ese par de tarambanas que son Timón y Pumba.
Tenemos ahí condensado el sueño americano: con tu esfuerzo todo es posible, no importa la clase social a la que pertenezcas, vales lo que eres capaz de conseguir, aunque no seas un wasp puedes subir de escalón social... Hasta aquí, la parte positiva y más evidente. Pero ahora viene la parte oscura, que es el motor de infinidad de películas. Por poner algún ejemplo destacado en que sea el centro de la trama, mencionaría El club de los poetas muertos (1989) y, sobre todo, El club de los emperadores (2002): al estudiante que ingresa en una prestigiosa universidad se le recuerdan inmediatamente los logros conseguidos por su padre y su abuelo, y los que se espera que él alcance, y así de generación en generación. Es un método de control social, un medio para forzar a los hijos para que sigan los pasos de sus padres y mantengan su posición de dominio al más alto nivel. Los padres plutócratas se aseguran de que sus descendientes estudien en la misma facultad, incluso con los mismos profesores si es posible, para que los conduzcan por la senda del saber que es poder. Y es también una forma de garantizar la estabilidad social. Los pobres, los extranjeros, siempre que sean emprendedores, pueden enriquecerse y situarse en un lugar más elevado en la escala social, pero siempre sin desbancar a los que ya están dentro.
En El Rey León (1994), una versión de Hamlet edulcorada con tintes ecologistas, también es fácil encontrar referencias a ese control social a través de la ideología del parentesco. La repetición de "mantras" como ”recuerda quién eres” o la canción “Él vive en tí”, son el detonante capaz de sacar a Simba de su molicie despreocupada entre ese par de tarambanas que son Timón y Pumba.
GEMELOS: ATRACCIÓN TOTAL
A pesar de todos esos razonamientos reveladores de que nuestra concepción sobre los lazos de sangre es un mito lleno de contradicciones, siguen produciéndose casos de rocambolescos
reencuentros de gemelos que desafían esta revisión, ya que parecen insistir en la presencia de alguna
fuerza oculta, de la clase que sea, que atrae a los hermanos separados hasta
volver a unirlos. Al menos así lo interpreta el sentir popular mayoritario. Veamos
algunos ejemplos.
En Canarias, dos gemelas
fueron separadas al nacer por un error en
el hospital, sin que los interesados llegasen a conocer el problema. 28 años
después, ambas jóvenes acudieron en dos ocasiones
distintas pero próximas en el tiempo a una misma tienda de ropa, causando el desconcierto
total a la empleada que les atendió, persuadida de
que se trataba de la misma persona. Gracias a este episodio, en la mejor
tradición de Shakespeare en Noche de Reyes, las gemelas pudieron reencontrarse y averiguar lo sucedido.
En julio de 2013 salió a
la luz la historia de dos gemelos chinos que vivían en ciudades separadas por
una distancia de 200 km
en la provincia de Sichuan, y que se reencontraron
a los 41 años. La suerte fue que el amigo de uno de ellos vio a
otra persona que parecía su doble y le ayudó a localizar a su hermano perdido.
Muy recientemente se ha publicado la noticia
de dos chicas norteamericanas, Mikayla, de 19 años, y Emily, de 18, quienes se hicieron grandes amigas en la Universidad.
Se caían tan bien que hasta bromeaban
con la posibilidad de ser hermanas. Lo curioso de este caso es que, de hecho, lo
eran, pues fueron concebidas con esperma de un mismo donante anónimo.
Anais, diseñadora, y Samantha, actriz, son dos
gemelas surcoreanas que fueron separadas al nacer, en 1987. La primera vive en
Londres y la segunda en Estados Unidos. Un compañero de Anais descubrió a su
“doble” en un vídeo por Internet. Ambas han compartido su emotiva historia en
el documental Twinster.
Y, finalmente, está el
caso de Meredith Grace Rittenhouse y Meredith Ellen Harrington, gemelas chinas
que fueron adoptadas por dos familias estadounidenses distintas, que no conocían su parentesco. Mientras los padres de la primera buscaban una niña para una nueva adopción, descubrieron en Internet la foto de una pequeña idéntica a su hija. La prueba del ADN confirmó la consanguinidad que ya sospechaban. Desde su reencuentro,
cuando tenían cuatro años, mantienen el
contacto y sus vínculos son muy fuertes, aunque siguen viviendo con sus
respectivas familias adoptivas en Chicago y Birmingham, Alabama, separadas por 1.100 km . He prestado
particular atención a los numerosos comentarios que
suscitó esta noticia en la Red, por
constituir un resumen de nuestras creencias más arraigadas. Muchos de los
lectores destacaban el carácter conmovedor,
profundamente emotivo de esta historia. Para ellos, sin duda, era un relato que tiene mucho que ver con lo que consideramos más valioso, la familia unida. Otro
grupo importante de lectores hacía referencia al
caso en términos que cuadran perfectamente con los que venimos caracterizando a
nuestra ideología del parentesco: “un bello ejemplo
de que los lazos de sangre existen”… “lazo poderosísimo de la sangre”, “la sangre llama
la sangre”, escribía alguien desde Argentina, “la sangre…esa invisible unión”, “esas cosas pasan y se sienten con un hermano”,
“aunque ellas no sabían de la existencia de la otra,
lo presentían, y el ser supremo las guió”, “es
muy cierto que la sangre tira. Hay que seguir el instinto del corazón. La familia es la base fundamental de la
felicidad”… Otros se preguntaban cuál podría ser la razón para estos singulares
encuentros: el destino, la casualidad, la mano de Dios…Algunos hasta lo veían como un acontecimiento milagroso. Estas
opiniones tan insistentes y compactas obligan a explorar qué posibles interpretaciones racionales deberíamos dar a estos sugestivos reencuentros.
Los casos de gemelos que
crecen separados son trascendentales a la hora de decidir qué factor es más
influyente en el desarrollo de la personalidad, el entorno o el peso genético,
algo difícilmente comprobable de otra manera. Los gemelos que son educados juntos
no necesariamente tienen identidad de carácter, ya que cada uno construye su vida junto a unos amigos y con unas
experiencias propias. Lo llamativo de los gemelos separados es que, pese a las
diferencias en su educación y el hecho
de vivir en un ambiente distinto, acaban mostrando muchas características comunes, lo que refuerza el valor de los
factores genéticos en el desarrollo humano. La
psicóloga Lynn Perlman ha estudiado la peculiaridad del
carácter de los gemelos y afirma que elaboran su
personal conjunto de ideas acerca de la individualidad y la gemelaridad. Algunos
confiesan que, separados, se sienten un ser humano incompleto y que, en cambio,
su sentimiento de unión cuando están juntos es muy poderoso.Tienen miedo a que los padres confundan
sus identidades, o al desdoblamiento del bueno y del malo que comentábamos arriba. La psicología evolutiva estudia cómo cualquier ser humano comienza la vida como un todo,
que no se diferencia de los otros, hasta que al final llegamos a entender que
estamos separados de los demás. Tal vez entre gemelos idénticos esa diferenciación resulta aún más incómoda, porque
no se produce sólo respecto de la madre sino
también en oposición a otro ser que ven exactamente igual, junto al que el
niño encuentra más fácil intentar paliar su soledad. Pero estas reflexiones no nos explican por qué
alguien que desconoce que tiene un gemelo, acaba encontrándolo incluso en el otro lado del país. Hay quien invoca en estos supuestos la comunicación extrasensorial entre los
gemelos. Suele decirse que la telepatía es particularmente intensa entre estas parejas de hermanos, pero los
estudios realizados hasta ahora no han resultado concluyentes. Para mí la telepatía forma parte de un horizonte de
posibilidades, si bien de momento no resultaría verificable. Como toda materia,
estamos rodeados de un campo electromagnético, pero haría falta saber cómo se articulan esas redes eléctricas entre los individuos. Me gustaría citar aquí una entrada muy interesante de José Biedma López, que antepone el rigor de una reflexión seria a las habituales
especulaciones sobre este asunto. Aquí tenéis el enlace: http://esprituycuerpo.blogspot.com.es/2012/03/telepatia.html.
BUSCANDO
RAZONES
Pero, en realidad, en los casos citados la telepatía no fue la causa de los reencuentros
producidos. En el supuesto de las hermanas canarias, de los gemelos de Sichuan,
de Anais y Samantha y de las hermanas Meredith, fueron un tercero o los padres
adoptivos quienes descubrieron el parecido entre los hermanos y los pusieron en contacto. Con
ese volumen desmesurado de imágenes que circula por Internet y las facilidades
para búsquedas temáticas, se han ampliado hasta límites insospechados las
opciones para hallazgos extraños. Es una consecuencia natural de nuestro mundo
globalizado. Queda el caso de las amigas universitarias, pero no eran gemelas
sino hermanas de padre y, por otra parte, carezco de datos para saber cómo llegaron a conocerse.
Y, ciertamente, para el encuentro de Camillus y
Anthony, los gemelos que mencionaba al principio, hay una explicación mucho más interesante que la telepatía o el caprichoso azar. El hermano que se quedó en Irlanda, una vez enterado de la historia a través de sus abuelos, fue a buscar a su mitad perdida. P.M.Travers no le quiso abrir y, al final, los dos hermanos se pusieron de acuerdo en verse. Ya vemos la gran distancia que existe entre lo que sucedió en realidad y cómo lo contó la escritora, que no pudo evitar la atracción fatal de la poesía: poner negro sobre blanco esa poderosa llamada de la sangre plasmada en un encuentro aparentemente casual, al más puro estilo de las novelas bizantinas que trasladaría Shakespeare en sus romances y que, quizá, es uno de los mejores esquemas narrativos jamás inventados. Por más estrambóticos
que puedan parecernos esos encuentros, creo que no tenemos más remedio que considerarlos fruto
de la casualidad, aunque magnificamos su importancia y les buscamos una
teleología porque responden muy bien a nuestro ideal de parentesco. Para poder valorar adecuadamente si existe un
número significativo de tales reencuentros, primero
tendríamos que conocer cuántas parejas de gemelos separados existen, y no es fácil que lleguemos a conocer la cifra exacta o, al menos aproximada, sobre todo porque, como hemos visto, existe un fuerte componente de ocultación. Muchas veces es la pobreza lo que motiva tan difícil decisión, otras los prejuicios sobre el
significado anómalo de los nacimientos múltiples. En la antigüedad se
consideraba a los gemelos como signo de mal augurio, motivo por el cual eran
sacrificados. Pero también podían entenderse como anuncio de suerte, y algunos hasta llegaron a ser divinizados, como
Cástor y Póllux, hermanos de parto de la bella Helena. Pero siempre se vieron los nacimientos múltiples como
una perturbadora anomalía, al no
conocerse los especiales mecanismos de su concepción. En muchos casos recientes, la razón para la separación de los gemelos ha
sido la política de hijo único en China. Implantada tras la muerte de Mao, ha
estado vigente con extremo rigor desde 1978 hasta finales de 2013, en que se ha
suavizado por el desequilibrio entre hombres y mujeres y la baja tasa de
natalidad. Existe un caso más de dos gemelas chinas separadas, que fueron adoptadas
por sendas familias de Canadá residentes a
440 km de
distancia. Los padres se conocieron en la agencia de adopción y fueron las inflexibles autoridades chinas quienes
les indicaron que no se entregarían juntas ambas niñas
a ninguna de las dos familias y que, si no las aceptaban separadas, volverían al orfanato. Ahora los padres tienen que hacer grandes
esfuerzos para mantener vivo el contacto entre ellas.
En el panorama etnográfico la actitud hacia los gemelos es muy variada. El antropólogo Víctor Turner se refiere a las paradojas de los
gemelos en el ritual ndembu en Zambia. Cuando una mujer espera dar a luz
gemelos o ya los ha alumbrado, hay que resolver el desafío que ello representa
respecto a las nociones de lo razonable. La fertilidad es muy valorada, pero el
exceso de fecundidad se convierte en un problema. Tener dos hijos al mismo
tiempo es una sobreabundancia que conlleva una desgracia económica para la madre, que tendrá grandes dificultades para amamantarlos a la vez o para suplir la leche
materna con la de las cabras de su pequeño rebaño. Por ello, se celebran unos
ritos que simbolizan la atribución de esa
pesada carga a toda la comunidad.
Muchos pueblos africanos comparten la idea de
que los niños nacidos del mismo parto son idénticos desde un punto de vista místico. El dilema
irresoluble reside en que atribuyen un
solo puesto en la estructura parental para cada persona, mientras que en este
caso deben ocuparlo dos sujetos. Los bosquimanos practicaban el infanticidio
para solucionarlo. Otras sociedades, como los ashanti, los apartaban del
sistema y les conferían un estatus singular como
servidores del jefe pero, en cambio, a los gemelos de la familia real se los
mataba porque consideraban su nacimiento un hecho aborrecible, probablemente
por los problemas sucesorios que conllevaba. Según Evans-Pritchard, para los Nuer del
Sudán los gemelos son una sola persona. Los consideran pájaros, como seres del más allá, una poética manera de entender su personalidad individual y dual. Para otros
pueblos, los gemelos cumplen una función mediadora entre la animalidad y la deidad. Entre ellos son calificados como humanos pero en un sentido diferente.
Los ndembu, un pueblo de habla bantú, intentan resolver la contradicción celebrando rituales protectores. Se teme
que los gemelos puedan causar enfermedades y, mediante los ritos nyakyusa, tratan de librar a la tribu del peligro de contagio. Los
padres toman medicinas para prevenir nuevos nacimientos múltiples en el seno de su familia y de las de sus
vecinos. Participan en estos ritos toda la comunidad local. A los gemelos los mantienen
separados del grupo durante seis años,
un periodo liminal tras el cual se reintegran al mismo.
En el ritual de wubwang´u intervienen otras
madres de gemelos, la propia madre de la parturienta y los "doctores", quienes
recogen medicinas para la paciente. Construyen un altar para ella cerca de su
cabaña, donde realizan los encantamientos. En los ritos del manantial se
representa el misterio de la unidad de los sexos en el matrimonio. En el altar
de los gemelos, por el contrario, se articula su división y oposición, con un simbolismo condensado
que enlaza el orden natural al socio-moral, proclamando la unidad esencial de los dos. Para
los ritos del manantial se llevan alimentos favorables para cuerpo de la madre
y los hijos, cerveza blanca y arcilla blanca y roja. Este color representa la sangre
de la madre y la mala suerte. En cambio, el color blanco significa la pureza, la
fuerza y el semen. Durante la recogida
de las medicinas cantan canciones obscenas para infundir valor a la madre, y el
doctor toca una doble campana para que los nonatos sepan que son gemelos, así como para despertar a sus sombras tutelares. Después se vierte cerveza sobre un agujero para que las sombras la
beban. La mujer se coloca mirando al este, donde nace el sol, junto a un árbol que tiene frutos partidos, metáfora de los
gemelos. Realiza una danza ceremonial vestida con una mínima faldilla
delantera, que levanta para mostrar su excesiva fecundidad. Al mostrase
vulnerable, mueve a la compasión a sus
vecinos, de quienes demanda ofrendas de alimentos, ropa y dinero.
Estos conflictos entre la normalidad y el exceso, la identidad y la dualidad
que producen los gemelos, generan paradojas difíciles de solventar para todos
los pueblos, y nuestro mundo occidental no constituye una excepción.
Fuentes consultadas:
-¿Yo soy "yo" o un "nosotros"?, Lynn Perlman
- El proceso ritual:Estructura y antiestructura, Victor Turner
-Una cosa o dos sobre gemelos, en National Geographic
-Un lazo muy fuerte, Susannah Meadows
-
Hola,
ResponderEliminarinteresante entrada, muy bien inaugurada por la historia de la (brujeril) autora de "Mary Poppins". Como los asuntos cinematográficos son al final lo que más me llama, recomiendo una buena (pero olvidada) película de Victoria Abril e Imanol Bandera, "Demasiado corazón", que está bastante en la línea de la película de Bette Davis. En cuanto a que lo igual llama a su igual, también es memorable la película de Kieslowski "La doble vida de Verónica", donde dos chicas iguales que nunca llegan a conocerse viven sus vidas con un extraño equilibrio entre ellas.
Buenoooooo!!! Qué de temas!!! Qué barbaridad y qué interesante todo!!! A mí me han venido a la cabeza, mientras leía, cinematográficamente hablando la famosa película de Walt Disney de la que se han hecho ya hasta dos remakes: "Tú a Boston y yo a California" que, con los avances de los medios de transporte ha evolucionado a "Tú a Londres y yo a California" de dos gemelas separadas al nacer aprovechando la separación de sus progenitores quedándose una de ellas con el padre y la otra con la madre sin saber nada de la existencia la una de la otra.
ResponderEliminarY, mucho más interesante por ser real, cuando has tocado el tema del incesto entre hermanos, el caso de Carmen Díez de Rivera que se enamoró y llegó a anunciar su boda con el hijo de unos íntimos de sus padres, cuñadísimos de Franco, hasta que sus "padres" tuvieron que frenar el acontecimiento y revelar que el cuñadísimo Serrano Súñer era su padre biológico y, por tanto, el que ella creía su novio y cuasi prometido, no era otro que su medio hermano.
Efectivamente, la literatura está llena de hermanos buenos y malos desde que en la Biblia se contó la historia de Caín y Abel y, yo que soy muy de best sellers, me he acordado también de Ken Follet y su "tercer gemelo" que trata precisamente de una gran variedad de hermanos idénticos fruto de un experimento genético militar y que han sido "repartidos" entre distintas familias. Cómo la educación de cada uno de ellos les hará "abeles" o "caínes". Entretenidilla, como todas las de Follet.
Muchas gracias, Encarna, como siempre!!!
Marisa
Muchísimas gracias, María y Marisa, lectoras generosas, por vuestras aportaciones. Estos líos del parentesco son omnipresentes, con sus esquemas subterráneos pero perfectamente reconocibles. Pero solo para nosotros tienen ese sentido problemático. En otras culturas lo común es lo que nosotros consideraríamos cercano al incesto, como la iniciación sexual del hijo con la mujer del hermano de su madre, del sobrino con la tía política para entendernos mejor, así que todo es fruto de construcciones culturales, hasta esto que consideramos tan "natural" como la familia.
Eliminar¡¡Qué fácil de leer y entretenida resulta esta entrada, sin restarle un ápice de rigor y documentación!Leyéndola me he acordado de una serie que veía en TV no hace mucho, "El Secreto de Puente Viejo", en la que, inevitablemente, le daban la tensión a la trama con la supuesta fraternidad de los protagonistas...¡otra más!
ResponderEliminarPero es a raíz del comentario de Marisa cuando he recordado *Un Mundo Feliz*, de Aldous Huxley y todos sus gemelos bokanovskizados, en un intento por anular cualquier atisbo de personalidad,que finalmente era borrada por medio de la educación.
Esta ficción nos hace entrar en el asunto de la identidad personal y el peso que tiene la genética o la educación en ella, y que, como muy bien señalas tú, se presenta como problemática en el caso de los gemelos.
En cuanto al tratamiento etnográfico, es muy ilustrativo el ritual ndembu que citas. Levi Strauss en *Mito y significado* hace un interesante análisis de los gemelos que prometo poner en breve como comentario a esta entrada.
Muchas gracias por esas citas.
Excelente entrada. En la línea de otras, como las que analizaron el mito de Orfeo, las Sibilas y las leyes de la hospitalidad; con precisión y gran claridad expositiva se van hilando multitud de referencias históricas y culturales para conformar un panorama en el que presente y pasado se dan la mano, y en el que quedan reflejados el cine, los mitos de la antigüedad, la literatura y las artes plásticas.
ResponderEliminarComo contribución al tema de los gemelos, me gustaría detenerme en la obra de Plauto “Los dos menecmos”. Su trama parece estar basada en otra pieza anterior y, sin duda, ha servido para inspirar a autores posteriores, incluido el propio Shakespeare. Cuando uno de los hermanos se pierde durante un viaje a Tarento con su padre, este muere angustiado por el dolor y el abuelo decide ponerle su nombre al que se había quedado con él en Siracusa. Es fácil suponer que detrás de esto se escondía la predilección por el desaparecido, pero lo más importante es que induce a pensar en la situación en la que quedó ese hermano: obligado a asumir la personalidad del ausente, en detrimento de su principal seña de identidad (en las biografías de Salvador Dalí se muestra la gran conmoción que le supuso, hasta llegar casi al trastorno mental, la existencia de un hermano con su mismo nombre, que había fallecido unos meses antes de su nacimiento). Por eso, es lógico que sea él, y no su hermano, adoptado por un hombre rico en una ciudad lejana, el que se sienta obligado a emprender un largo viaje de seis años para descubrir su paradero o, al menos, si estaba muerto: solo él estaba obligado por el deseo de su padre y sentía la responsabilidad de mantener “vivo” al desaparecido. Cuando, después de distintas peripecias cómicas (en las que participan un criado algo pícaro, una esposa celosa, una cortesana y un mantón) se produce el “cara a cara” que deshace los equívocos, su frase, a pesar de su sencillez, sabe a deber cumplido, a recuperación de su identidad y, ¿por qué no?, a liberación del peso de la sangre: “Salud, también, hermano a quien me alegro de encontrar después de tantas penas y fatigas”.
Enhorabuena una vez más por este artículo tan interesante sobre los gemelos. Me pareció una gran idea el haber echado mano del cine y la ópera; ya sabes que son unos temas que me hacen mucho " tilín"; por eso, me quiero sumar a los comentarios añadiendo que, respecto al cine, hay también una película de D. Cronenberg " Inseparables" de 1988 interpretada por Jeremy Irons en donde unos gemelos comparten la misma profesión, hogar...Su vida se verá modificada cuando irrumpe una mujer en ella, desencadenando un final de droga y destrucción.
ResponderEliminarEn cuanto a la ópera, en la tetralogía de R. Wagner nos topamos con Wotan (dios supremo) que regresa a la tierra y de su unión con una mortal nacen los gemelos Segismundo y Siglinda de cuya relación incestuosa nacerá Sigfrido.
Repito: fantastisch!!!!
Sois un lujo de comentaristas, qué nivel de erudición y de amplitud de referencias. Me alegro mucho que os haya gustado esta entrada, que en realidad es un reciclado de simples apostillas heterogéneas que pensaba añadir a La fuerza de la sangre. Pero la verdad es que el tema de los gemelos tiene mucha fuerza expresiva. Probablemente lo tengamos asimilado a nivel de arquetipos inconscientes como paradigma de la unidad y dualidad.
ResponderEliminarCon bastante retraso,paso a comentar el análisis sobre los gemelos,los labios partidos y el nacimiento con los pies por delante que hace Levi Strauss en su opúsculo *Mito y significado*.
ResponderEliminarComienza el autor hablando del padre Arriaga, quien el siglo XVI, narra la costumbre del Perú, en la que en épocas de intenso frío y, se convocaba a gemelos y nacidos con los pies por delante como responsables de este hecho, para que se arrepintieran y todo siguiera su discurrir acostumbrado.También nos cuenta el antropólogo que en la Columbia británica canadiense, sus indios también creían que los gemelos tenían poderes sobre los fenómenos atmosféricos.
Pero se queja de que ni mitógrafos como Frazer se preguntaran por la asociación de gemelos y labios partidos.Para acometer esta tarea, Levi Strauss recorre un migo recurrente en América del Norte y del Sur, con algunas variaciones, buscando su estructura interna.Entre los tupinambás de Brasil y los indios del Perú, el mito es protagonizado por una mujer seducida por un burlón que se presenta con la figura de su marido, y del que concibe un hijo, y de un encuentro con su propio marido,del que concibe otro, dando a luz a gemelos con características antitéticas. En Canadá solo hay una fecundación , de la que nacen gemelos.Entre los indios thompson y okanagan de Columbia,son dos hermanas engañadaas por dos individuos diferentes quienes dan a luz a dos "gemelos psicológicos".En todas las versiones los gemelos son separados. Entre estos últimos, una hermana encuentra por el camino a una liebre que le dice cosas muy inconvenientes, y por ello, la chica la golpea hasta partirle el labio.Entre los kwakiutl, una chica a con la vio partido es cazada por una obra, junto a otras chicas, para comersela, pero la chica de labio leporino abre un agujero en la red con una concha, y consigue escapar con los pies por delante.Con esto cierra el circulo Levi Strauss:tanto los gemelos como los nacidos con los pies por delante,delatan peligro:enfrentamientos en el primer caso, y peligro para la madre en el segundo, y por ello cree el autor que son sacrificados en muchas tribus.
Bueno,los correctores automáticos y "adivinadores de palabras" de estas tabletas hacen verdaderas jugarretas. En el comentario anterior, hablando de los kwakiutl, lo que realmente debería poner es que "una chica con labio partido es cazada por una ogra",y no el disparate que pone. ¡Lo siento!
ResponderEliminarEstupendas precisiones y solo un pequeño fallo corregido a tiempo. Muchas gracias por tu aportación. Lo de los gemelos es estructuralismo puro.
ResponderEliminarHe pensado que esa inveterada costumbre de poner al hijo mayor, generalmente heredero de la parte más importante del patrimonio o de los derechos asociados a la primogenitura, tiene mucho que ver con la ideología del parentesco occidental. Lo mismo que se transmite la sangre, y por la misma vía de parentesco, se transmiten el nombre y los derechos patrimoniales. Todo va en el mismo lote y con ello se reforzaba la impresión de la herencia familiar incólume de generación en generación.
ResponderEliminarY como esto de la fuerza de la sangre es verdaderamente ubicuo, pues no es extraño que aparezca a la menor ocasión. En La vida es sueño de Calderón la coprotagonista, Rosaura, es hija ilegítima de un noble, cuya identidad desconocen ella y su madre. Solo tiene una espada para reconocerlo. Un poderoso señor la ha seducido en Moscovia, dándole palabra de matrimonio que luego no cumple. Ella se disfraza de hombre y se lanza al mundo a ver si encuentra a su padre y la ayuda a lavar su honor. Se dirige a Polonia y, en mitad de un remoto páramo, encuentra el torreón donde Segismundo malvive privado de libertad. Y, ¡qué extraordinaria casualidad!, el carcelero del príncipe destronado es su padre, Clotaldo. La fuerza invisible de la sangre ha arrastrado a la joven hasta allí ,y a las audiencias del siglo de oro estas peripecias les parecían perfectamente verosímiles, porque cuadraban muy bien con sus preconcepciones. El progenitor de Rosaura reconoce su espada (un símbolo fálico, vaya), y obliga al seductor a casarse con ella. Cuando al principio el prícipe de Moscovia, aspirante al trono de Polonia en lugar de Segismundo, se niega a reparar su falta, invocando su altísimo rango social frente a la falta de prosapia de la aventurera Rosaura, su padre Clotaldo descubre su elevado linaje. Así que la sangre también servía en la España antigua para justificar derechos y privilegios sociales, incluso cuando las relaciones de parentesco no se establecían en la forma oficial. Rosaura fue una paria mientras que su nacimiento se vio como oscuro, pero en cuanto se descubrió su parentesco, aunque fuera en contra de los preceptos eclesiásticos y de las férreas leyes de honor, se restauró inmediatamente su puesto en la escala social.
Ha enlazado mi articulito "Telepatía". Gracias. Y por eso lo he revisado y eliminado algunos lapsos que había en él. Es tan rico éste sobre los gemelos que he entregado una copia a dos chicas a las que apenas distingo después de cuatro años de tenerlas como alumnas en el Instituto, supongo que son univitelinas. Sobre la marcha me han contado casos extraordinarios que viven a menudo, de sincronía de sus sistemas nerviosos y pensamientos, aunque afirman que han notado cómo se diferenciaban a medida que crecían... Les he propuesto que, tras trabajar su artículo, escriban unos comentarios aquí y una disertación al alimón para toda la clase. Y así lo harán después de Semana Santa. Por su artículo y la cantidad de temas que aborda, la felicito muy efusivamente.
ResponderEliminarPor cierto que me han hecho soñar, una vez releídos, aquellos comentarios sobre los "átomos cruzados" de Ana, o sobre los "átomos con memoria" de Ángeles Boix. Desde luego, la memoria es una capacidad general de lo viviente, y ¿dónde acaba la vida y empieza lo inerte, o dónde acaba lo inerte y empieza la vida? Nadie lo sabe con seguridad. ¿No seremos una célula, o menos que un electrón, o un neutrino, del todo, así como nosotros mismos somos ya un animal de animales?
Al bosón de Higgs, tan famoso él, los expertos le atribuyen una vida media de un zeptosegundo: diez elevado a la potencia menos veintiuna, segundos. Y se quedan tan panchos. Nuestras vidas, un zeptosegundo de la vida de este Universo que parece que nació hace catorce mil millones de años, más o menos...
Muchisimas gracias, Jose, por difundir estas reflexiones un tanto heterogeneas sobre ideologia y biologia en el parentesco. Ojala esas gemelas se animen a dar su opinion sobre los extraños encuentros o sobre cualquier otro tema. Creo que si el texto tiene algun interes es porque mezcla lo que se considera alta cultura y cultura popular, como materiales por igual interesantes para la Antropologia. Me encantan esas reflexiones sobre espiritu, tiempo y fisica molecular. Un verdadero placer tener estos lectores tan exquisitos, que enriquecen tanto las entradas con sus aportaciones.
ResponderEliminarLa increíble historia de las mellizas que se conocieron después de 80 años:
ResponderEliminarhttp://m.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/05/140501_mellizas_separadas_rencuentro_elisabeth_ann_jg
Mari Angeles me ha pasado esta noticia tan emocionante.¡Gracias por compartir!
José Biedma incluye esta interesante información en http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2010/11/perseo-y-la-diosa-blanca.html, citando Los mitos griegos (1955), de Robert
ResponderEliminarGraves.Para el gran poeta británico, tan asociado al paisaje mediterráneo de las Baleares, verdadero connaisseur de las viejas historias mediterráneas, creador o recreador él mismo del mito de la Diosa Blanca, el mito de Acrisio y Preto, los dos gemelos que sufren ya de celos y se disputan la preferencia en el útero materno, registra la fundación de un reino doble argivo, que se confunde con una visión más antigua de cómo el brillante espíritu del Año Creciente y su mellizo heredero, el oscuro espíritu del Año Menguante mantienen una rivalidadconstante.
Dos de esos pares de mellizos competidores aparecen en el Génesis bíblico: Esaú y Jacob, Fares y Zara. En el mito palestino de Mot y Aleyn los mellizos pelean por una mujer, como Acrisio y Preto; también en el mito celta de Gwyn y Gwythur, los mellizos se desafían cadaVíspera de Mayo hasta el final del mundo, por la mano de Creiddyland, hija de Llyr (la Cordelia, hija del rey Lear). Para Graves, esta mujer representa, en cada caso, a una sacerdotisa de la Luna, y por eso elcasamiento con ella es el que confiere dignidad real.
El poeta relaciona el mito de Dánae, Perseo y el arca con el de Isis,Osiris, Set y el niño Horus. De hecho, en la versión más antigua del mito, Preto es el padre de Perseo, el argivo Osiris. Dánae es suhermana-esposa, Isis; Perseo, el niño Horus; y Acrisio el celoso Set que mató a su mellizo Osiris y es objeto de la venganza de Horus. El arca es la embarcación de madera de acacia en que Isis y Horus recorren el delta del Nilo en busca del cadáver de Osiris.