MARVIN HARRIS. EL MATERIALISMO CULTURAL




1.- INTRODUCCIÓN.-

         Marvin Harris es un antropólogo que tiene gran predicamento entre la gente de la calle y aquellas  personas que se interesan por la Antropología de una forma autodidacta, y  algo menos entre los círculos académicos, debido a su particular forma de entender la antropología: como la ciencia de los sistemas socioculturales, partiendo de la tesis de que estos son muy diversos pero somos capaces de encontrar patrones universales de explicación de todos ellos, y estas explicaciones parten de las constricciones materiales de los ecosistemas en los que los sistemas socioculturales se inscriben. Para ello, toma el análisis marxista de los modos de producción y busca estas leyes universales culturales que siguen la aspiración de las ciencias naturales de encontrar regularidades que se puedan expresar en un lenguaje científico objetivo y universalmente válido. Por todo ello, Harris disgusta por igual a antropólogos que ven difícil resumir la complejidad de los sistemas socioculturales humanos en unas leyes objetivas, sin contar con el "espíritu" de las diferentes culturas; a los funcionalistas que encuentran un determinismo insostenible en acercarse a la antropología desde las limitaciones materialistas, y en general, a todos aquellos para los que los análisis marxistas tienen un sesgo necesariamente político. 

            A pesar de todas las reticencias y críticas, Marvin Harris aporta una visión novedosa y productiva en el quehacer antropológico, y es capaz de generar  explicaciones coherentes de una amplia variedad de comportamientos culturales, tales como los tabúes alimenticios variables entre las culturas, la guerra  o las construcciones de raza. 
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                 Harris nació en 1927 en Nueva York, creció en los años de la Gran Depresión y se alistó al ejército, en el que estuvo hasta después de la II GM. Estudió en Columbia gracias a una beca, y allí se graduó en 1949, obteniendo su doctorado en la misma universidad en 1953. Realizó trabajo de campo en Brasil, siguiendo la tradición boasiana que encontramos en la mayoría de los antropólogos norteamericanos, pero de la que pronto reniega. Boas era reticente a hacer generalizaciones, y su trabajo queda inscrito dentro del particularismo. A Harris le pareció más interesante buscar los fundamentos de generalizaciones al modo científico. Su verdadero despegue del boasianismo le llegó en 1957, tras otro trabajo de campo, esta vez en Mozambique, ya que desde entonces enfocó la antropología desde la conducta observable.

                 Profesor en Columbia y , desde 1981, en Florida, su aportación indiscutible a la Antropología es el Materialismo Cultural, con deudas teóricas hacia Marx, Leslie White y Julien Steward, y continúa el enfoque materialista de L. H. Morgan, al que perfecciona con novedades metodológicas y analíticas, sobre todo la distinción entre aspectos Emic y Etic en la investigación antropológica, lo que confiere su singularidad al materialismo cultural.


2.- EVOLUCIONISMO, MATERIALISMO Y ECOLOGÍA EN ANTROPOLOGÍA.-

               El nacimiento de la Antropología como ciencia se encuentra influido por las ideas evolucionistas que cobraron importancia en el siglo XIX, y el debate acerca de cómo se produce la evolución de las sociedades es una constante en ella. 

        El evolucionismo puede ser definido como un conjunto de ideas que afirman que el universo se encuentra sometido  a un proceso acumulativo e irreversible de cambios que llevan a un aumento en la variedad y complejidad de sus partes. 

        Estas ideas evolucionistas llegan a aplicarse al estudio de la sociedad por autores como Herbert Spencer (1820 - 1903), que habla de la civilización como el desarrollo de unas capacidades latentes e inherentes, desde una perspectiva determinista y organista; Edward Burnet Taylor (1822 - 1917), con los tres estadios de la prehistoria de las sociedades humanas - salvajismo, barbarie y civilización, y Lewis Henry Morgan (1818 - 1881), quien distingue también las misma tres fases en la evolución de las sociedades humanas, pero entiende el evolucionismo de una forma más matizada y materialista: en la sociedad humana se da un progreso natural en el que los períodos enumerados se identifican por su nivel tecnológico, y determina que hay dos tipos diferentes de evolución: a)Invenciones y descubrimientos y b) Instituciones que se desarrollan o despliegan a partir de gérmenes o semillas.


          Por otra parte, el marxismo tiene también elementos evolucionistas, y parece que tanto Marx como Engels conocían la obra de Morgan. Marx es un pensador materialista que considera que es la Estructura - o conjunto de relaciones de producción - la que determina la Superestructura - o conjunto de creaciones jurídicas o políticas existentes en una sociedad - y no al revés, al tiempo que afirma la evolución de la historia a partir de contradicciones. Por su parte, Engels señala, siguiendo a Morgan, que el factor determinante de la concepción materialista de la historia es la producción de medios de subsistencia y de seres humanos, y que la organización social de cada época está determinada por estos dos tipos de producción: el trabajo y la familia.

     Pero casi alcanzando el siglo XX, la joven  antropología norteamericana reacciona contra el evolucionismo de Morgan, y lo hace con un personaje como Boas, cuya influencia se hará notar hasta bien mediado el siglo XX. La primera crítica de Boas al evolucionismo es que señala como la cima de la evolución al hombre euroamericano blanco y su cultura.Tampoco acepta la explicación de que un mismo fenómeno etnológico se deba siempre a las mismas causas. Boas propone un método de estudio histórico alternativo al método evolucionista. Así, Boas acepta el concepto de evolución de Darwin, pero critica el concepto de evolución antropológico y sociológico.

        A finales de la década de los años 30 llegará una revitalización del evolucionismo por parte de Leslie White, Julien Steward ( este autor cuenta con una entrada dedicada a él en este mismo blog: http://anthropotopia.blogspot.com.es/2016/11/julien-h-steward-neoevolucionismo-y.html) y Gordon Childe, principalmente. Y lo hacen desde unos presupuestos marxistas: la tecnología o la energía como elementos que propician el cambio entre distintos estados evolutivos de las sociedades. Es además, una forma de acercarse a la explicación antropológica de una forma más similar a la de las ciencias naturales.

        J. Steward, siguiendo a Boas, elabora la idea de que el entorno limita a la cultura, y él mismo, así como M. Sahlins, E. Service y el mismo Marvin Harris incluyen el elemento ecológico en la explicación de los fenómenos sociales.


 3.- EL MATERIALISMO CULTURAL DE  MARVIN HARRIS.-   

          La principal contribución de Marvin Harris a la Antropología continúa la aportación de Morgan a esta ciencia: el enfoque materialista, que Harris enriquece desde perfeccionamientos meteorológicos y analíticos, fundamentalmente la distinción entre aspectos Emic y Etic (términos originarios de Pike y de la lingüística). 

      Emic son las explicaciones y descripciones correctas y con significado para un sujeto o informante acerca de su propia cultura. Perspectiva participante. Enfoque más hermenéutico.

          Etic  son aquellas explicaciones y descripciones tal como las usa la comunidad científica para enunciar y potenciar teorías de la vida sociocultural. Perspectiva observante. Enfoque más objetivo y científico.
      
        El punto de partida del análisis del materialismo cultural es la existencia de una población humana etic (sin necesidad de considerar si sus miembros se consideran pueblo o grupo ) situada en una espacio y tiempos etic, y cuya cultura se define como el repertorio aprendido de pensamientos y acciones de sus miembros que han sido y son trasmitidos de generación en generación por medios no genéticos.

          Por otra parte, el legado de Marx es prominente. El punto de partida de este enfoque es una reformulación de la afirmación marxista de que "el modo de producción de la vida material determina el carácter general de los procesos sociales, políticos y espirituales de la vida", en : "Los modos conductuales etic de producción y reproducción determinan probabilisticamente las superestructuras conductual y mental emic", también conocido como principio de determinismo infraestructural. 

          El materialismo cultural propone una estructura universal de los sistemas socioculturales basada en las constantes biológicas y psicológicas de la naturaleza humana y la distinción entre pensamiento y conducta y las perspectivas emic y etic. Así, en toda sociedad hay problemas de producción de elementos mínimos de subsistencia que se deben satisfacer conductualmente. De ello inferimos que debe existir un modo de producción conductual etic. También hay que enfrentarse a la reproducción, y por ello se afirma la existencia de un modo de reproducción conductual etic. Y por último, toda sociedad se encuentra en la necesidad de mantener relaciones de conducta seguras y ordenadas entre sus miembros y con otras sociedades; es decir, familia y economía. Afirmamos, entonces, la existencia universal de economías domésticas conductuales etic y economías políticas conductuales etic. Por encima de todo ello , y debido al carácter lógico y simbólico del ser humano, hay una superestructura conductual etic (productos y servicios estéticos, deportivos y recreativos etic. Y no podemos olvidar la superestructura mental emic, que viene articulada sobre el lenguaje, que no forma parte de ninguna de estas estructuras, pero es el instrumento de coordinación de todas ellas.

               Es precisamente la infraestructura el punto de contacto entre la naturaleza y la cultura, dado que es un hecho universal y objetivo que l ser humano debe consumir energía para obtener energía según unas leyes inalterables, frente a las que el hombre no puede aspirar más que al equilibrio entre producción, reproducción y consumo de energía por medio de la tecnología. Con la tecnología se puede aspirar a explicar las innumerables variables culturales dentro de un marco común de explicación. 


           Frente al difusionismo, el materialismo cultural que la aparición de elementos tecnológicos similares (como la cerámica o la metalurgia) en diferentes partes del mundo responde a condiciones infraestructurales similares. Los principios biopsicológicos universales que señala Harris , más allá de variaciones culturales, son los siguientes:

     1.- Necesidad de comer, optando por dietas ricas en nutrientes.

     2.- Cuando una persona tiene que actuar, lo hace con el menor gasto energético posible.

     3.- Las personas tienen una sexualidad muy desarrollada que encuentran placentera.

     4.- Las personas necesitan afecto y amor para sentirse seguras y felices, y tenderán a aumentar el  amor y afecto que les dan.


           4.- LA REPRODUCCIÓN DENTRO DEL MATERIALISMO CULTURAL.- 
   
                El análisis marxista presenta un desarrollo de los modos de producción que se desarrollan mediante contradicciones entre medios de producción y relaciones de producción, no considerando la reproducción como un factor a tener en cuenta.Sin embargo, en el materialismo cultural estos factores demográficos son los que ayudan a explicar la expansión histórica de las fuerzas productivas, de gran importancia sobre las estructuras sociales y la ideología.

    Los antropólogos señalen tres características  fundamentales en la evolución cultural:

1.- Escalada de presupuestos energéticos.

2.- Aumento de la producción.

3.- Aceleración del crecimiento de la la población.

       Estos tres factores no van siempre al unísono, ya que la población no aumenta siempre, y cuando la tecnología productiva aumenta, disminuye la calidad de vida, debido al surgimiento de la explotación y estratificaciones de clase en vez de reducir el trabajo. Dado este problema, en el materialismo y el ecologista cultural, los cambios históricos y la evolución de los sistemas socioculturales se explican por medio de la HOMEÓSTASIS, que afirma que una innovación cualquiera supone una retroalimentación negativa del sistema, una forma de amortiguar la desviación mediante la extinción de esa innovación o produciendo ciertos cambios compensatorios que mantengan las características fundamentales de todo el sistema. Y es más probable que los cambios en los modos de producción y reproducción etic produzcan desviaciones en lo político, doméstico e ideológico que a la inversa.

        Aplicando estos presupuestos al caso concreto de la población preindustrial, y la pregunta de por qué no aumentó paralelamente a la aparición de nuevas tecnologías, Harris afirma que se desarrollaron técnicas culturales para controlar este aumento. Entre las técnicas "malignas" se encontrarían la privación de alimentos o cuidados a embarazadas o recién nacidos y la violencia psicobiológica, y entre los "benignos", el retraso de la edad de matrimonio, lactancia prolongada o abstinencia sexual tras el parto. Pero Harris todavía apunta a la existencia de más métodos agresivos, como el uso de abortivos, el infanticidio - fundamentalmente femenino - y el descuido nutricional selectivo de niños - niñas mayoritariamente - y adolescentes. Este sesgo de disminuir el número de mujeres está ligado a la guerra, otro factor tradicionalmente ligado al control de población, pero no por la cantidad de combatientes muertos, sino porque actúa en la proporción de sexos: en los pueblos más agresivos y combativos se anima a la crianza de varones sobre mujeres.

     Harris, con estos fundamentos intelectuales dará una nueva explicaciones a hechos culturales abordados tradicionalmente como espirituales, y que son: tabúes alimenticios (variabilidad en el consumo o no de animales como el cerdo o la vaca, siempre interpretados fenómenos ligados a determinadas creencias religiosas), canibalismo, la guerra, brujas, jefaturas y poder político, etc.

    Entre sus obras más destacadas están: Vacas, cerdos, guerras y brujas; Caníbales y Reyes; Bueno para comer; Nuestra especie, El Desarrollo de la Teoría Antropológica; Antropología Cultural, etc.

     
             


Harris, M. : Antropología Cultural.Alianza Editorial. Madrid, 2011

http://teoriaehistoriaantropologica.blogspot.com.es/2012/04/marvin-harris-y-la-primacia-de-la.html

Enlaces a otros artículos sobre Marvin Harris:

http://anthropotopia.blogspot.com.es/2016/11/julien-h-steward-neoevolucionismo-y.html

http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/07/margaret-mead-en-la-teoria-antropologica.html

http://laperla-whynot.blogspot.com.es/2013/04/marvin-harris-el-cerdo-abominable.html


Comentarios

  1. Estupendo este compendio de las ideas de Marvin Harris que espero que resulte de gran utilidad a quienes se acerquen a conocer la figura de este gran antropólogo y a los sufridos estudiantes de antropología, que tienen que lidiar con una legión de autores norteamericanos de la misma generación cada uno con su aportación similar pero al mismo tiempo tan diferenciada.
    Me ha llamado la atención, respecto de la piblicación de este artículo en facebook, la respuesta reiterada de las lectoras de que todas n os entusiasmamos con Harris en el Instituto o en la universidad. Yo la primera. Qué gran merito para este autor el conseguir encandilar a una multitud de personas con la infinita variedad de las costumbres humana y la atractiva explicación de sus conexiones ecológicas. Enhorabuena a la autora por hacernos tan accesibles también sus ideas más complejas.

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  2. Seu texto foi pertinente para construção de meu TCC. Parabéns!

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    1. Me alegro mucho de que este pequeño texto te haya sido de ayuda. Nuestra intención con este blog es reflexionar acerca de nuestro mundo desde la Antropología, que consideramos una ciencia esencial para entender qué somos los seres humanos en nuestra diversidad.
      Le estoy muy agradecida por su comentario.
      Un saludo

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  3. Recuerdo que en mil novecientos ochenta y cinco Marvin Harris estuvo unos días en Asturias, pronunciando unas conferencias patrocinadas por la compañía de buses ALSA, la Caja de Ahorros de Asturias, la Fundación Príncipe de Asturias y el Municipio de Oviedo.
    Desd entonces he seguido tímidamente sus andanzas aunque no coincidía intelectualmente en la mayoría de sus aseveraciones.

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