MALINOWSKI EN ESPAÑA: LA REVOLUCIÓN DEL MÉTODO ANTROPOLÓGICO


 En 1.922 se publicó un tratado clave para la Antropología, Los Argonautas del Pacífico Occidental, de Bronislaw Malinowski (1.884-1.942). Esta obra  sentó unas nuevas bases metodológicas para la disciplina,  que constituyeron una auténtica revolución copernicana en la forma de abordar la investigación de la vida de otros pueblos. Pero el autor hizo mucho más que eso. En su estudio de los nativos de Melanesia desveló las falacias del evolucionismo acerca de los llamados pueblos “primitivos”. Estas aportaciones de Malinowski son de dominio público pero resultan mucho menos conocidos los vínculos del más famoso de los antropólogos y su obra con España. Hablaremos aquí de algunos aspectos de su epopeya científica y de cómo se gestó en nuestro país a lo largo de diversos momentos. En este enlae tenéis acceso a un breve documental que recoge parte del contenido de esta entrada con abundante información gráfica:  https://www.youtube.com/watch?v=HHKFlel50tc&feature=youtu.be&fbclid=IwAR3dGHWz0gakFC9lI7upYzScKEd7gEIQPx3R1n-72HQ84n9P1vhHbJ_B7Z0

1       .   Los años de formación

Bronislaw Kaspar Malinowski nació el 7 de abril de 1884 en Cracovia, entonces parte de Austria-Hungría. Su padre, Lucyan Malinowski (1839-1898), era profesor de filología eslava, folklorista y dialectólogo. La madre, Jozefa Malinowska, no desmerecía intelectualmente de su esposo. Aunque era hija de una familia terrateniente de clase alta, no por ello carecía de formación sino que ella misma era lingüista. El joven Bronio, como le llamaban familiarmente, heredaría de ambos su extraordinaria aptitud para los idiomas. Llegó a hablar- además de polaco-, ruso, alemán, inglés, francés, italiano y español. Su fluidez idiomática constituyó una de sus mayores ventajas para lograr una inmersión  más completa en las culturas nativas que estudió.

  Para mejorar su salud, Bronislaw viaja con su madre a la isla de La Palma. Transcribo aquí una carta que, con 14 años, le envía a su progenitor y que dice mucho del carácter de Bronislaw. Lleva fecha  de enero de 1898. Gracias a la cuidadosa investigación que ha realizado Alvaro Fajardo Hernández, al que agradezco enormemente su ayuda y correcciones, puede precisarse que la escribió en el Hotel Florida, donde estuvieron alojados. En dicha misiva se apreia con claridad que la relación de Bronio con su padre, que fallecería poco después era muy afectuosa. En la carta, además de hablar de los progresos que experimentaba  su salud, cuenta algunas impresiones curiosas de nuestro país, entre las que destaca su sorpresa ante la indolencia de las gentes y su atraso:
 ”Mis pensamientos están constantemente con usted, Padre, en Cracovia, y desde hace mucho tiempo vengo deseando ponerlos por escrito pero, como es bien sabido, las personas perezosas tienen menos tiempo cuando no hacen nada y eso es exactamente lo que me ocurre a mí. Por lo que a mí se refiere sigo la rutina de salud-descanso: lo primero de todo, como un montón y además duermo; me baño en el mar y tomo baños de sol, todo el día me lo paso sentado en la orilla del mar; en una palabra, estoy en paz, feliz y ocioso. Mamá y yo estamos instalados en una pequeña villa, hermosamente situada sobre el mar, fuera de la ciudad. Disfrutamos de unas condiciones perfectas: excelente clima, incomparablemente más cálido y estable que en la costa mediterránea, una gran paz -porque no hay otros extranjeros en toda la isla excepto nosotros. La gente local se encuentra a cien años de retraso con respecto a la cultura, y se distingue por una completa ausencia de vida y temperamento: por lo tanto, no existe un entorno irritable. En conjunto, las relaciones son extremadamente primitivas y españolas. Hace unas pocas semanas una epidemia brotó en la capital de este país, Santa Cruz de Tenerife, todo el mundo dice discretamente que fue una plaga bubónica aunque muy leve. Bien, en primer lugar, las autoridades no hicieron ningún anuncio formal con el fin de no perjudicar la reputación de la  isla, y mantienen oficialmente que no hay epidemia. Como consecuencia estalló una guerra entre las islas. Los habitantes de Tenerife querían huir hacia otras islas. Se estableció la cuarentena y los que estaban sujetos a ella han sido robados sin piedad. Aquí en La Palma, donde no hay comodidades apropiadas, no han entrado ni pasajeros ni mercancías. El delegado del gobernador y su escolta de carabineros fueron recibidos a balazos. Los gendarmes en la orilla de la playa empuñaron las armas enfrentándose con los gendarmes del barco. ¡Cosas de España! ¡Vi todo con mis propios ojos! Ahora estamos aislados del mundo y sólo nos llega el correo.
He aprendido algo de castellano y ahora mismo estoy leyendo Don Quijote, pero para variar, casi he olvidado por completo el italiano. Dicen que dos lenguas no pueden existir simultáneamente en una cabeza. Usted, Padre, me ha protegido tanto con su bondad y amabilidad que, aunque con vergüenza, le suplico unas pocas palabras en una tarjeta diciéndome cómo se encuentra y si no se siente demasiado cansado. Pienso en usted, Padre, todo el tiempo y como hoy es viernes he decidido, al menos por carta, compensar -algo tan penoso para mí- mis deseos de hablar con Usted, como frecuente y recientemente hacíamos.
Le envío, Querido Padre, mis sinceros saludos, su verdadero devoto
Bronislaw Malinowski
Mamá le manda recuerdos y cumplidos”.

El joven Bronio, a pesar de su frágil salud, se entregó sin reservas a los estudios, consiguiendo destacadísimos resultados. En la Universidad de Jagiellonian, en su Cracovia natal, donde enseñaba su padre, cursó estudios de Ciencias Naturales y Matemáticas. Es muy importante advertir que en Polonia existía una gran influencia positivista, próxima a la del Círculo de Viena. Eran los años de crisis política del imperio de Francisco José y Sissi,“Kakania”, como lo llamó Robert Musil. Pero, al mismo tiempo, el florecimiento cultural que acompañaba ese mundo decadente de fin de siglo resultaba verdaderamente asombroso.
En 1906  Malinowski presenta su tesis doctoral, “El principio de economía del pensamiento”, en la que desentraña la ley del mínimo esfuerzo. Esta cuestión tendría después una influencia trascendental en su diseño del funcionalismo: lo que funciona para el individuo y la sociedad es siempre la solución más económica y simple. Pero los estudios acaban agotándolo debido a su talante obsesivo y perfeccionista. 


En 1908 Malinowski se doctoró en Filosofía, Física y Matemáticas sub auspicius Imperatoris, la máxima distinción conferida en el imperio austrohúngaro. Su excesiva entrega a los estudios como siempre le pasó factura y ese mismo año vuelve a Canarias para curarse. Durante su recuperación cae en sus manos  La rama dorada, de Sir James George Frazer,  y queda fascinado por los pueblos “salvajes”, un territorio intelectual en el que debió de imaginar muchas posibilidades innovadoras. No tengo una seguridad total de que leyera The Golden Bough en nuestro país pero, por la secuencia de acontecimientos, existen muchas posibilidades de que fuera así, por lo  que parece que fue aquí donde se decidió su futuro profesional.

Sir James George Frazer
 Los dos años siguientes los pasó en la Universidad de Leipzig, donde estudió con el economista Karl Bücher y se empapó de la teoría psicológica folk de Wilhelm Wundt, que también influyó en Emile Durkheim. Cae nuevamente enfermo por culpa de sus esfuerzos con las matemáticas, que decide abandonar definitivamente. Como Frazer y los más famosos antropólogos de la época se encontraban en Inglaterra, en 1910 se marcha a estudiar a la  London School of Economics, donde aprende con el empirista Edward Westermark, con el que siente una gran afinidad de ideas, y con  Charles G. Seligman, que llegó a ser como un segundo padre para él.
2     .      En busca de territorios lejanos


 En 1911 Malinowski se disponía a aprender árabe para seguir a Seligman al Sudán, pero su mentor le gestionó una beca  y lo encaminó hacia Melanesia. El bondadoso profesor le compró una tienda de campaña, un fonógrafo, una cámara fotográfica e instrumentos antropométricos, todo ello acompañado de 100 libras. Como Bronio seguía siendo súbdito del imperio austrohúngaro, cuando empezó la Primera Guerra Mundial intentó evitar que lo militarizaran. Para ello, y para satisfacer su deseo de aventuras exóticas, aceptó realizar su investigación en las antípodas, en Papúa, Nueva Guinea, entonces territorio británico. Se doctora en 1916 con su tesis sobre La familia entre los aborígenes australianos (1913)  y  Los nativos de Mailu ( 1915), entre los que había realizado su trabajo de campo desde 1914.Finalizado éste,  se le impidió volver a Inglaterra por pertenecer a un país enemigo. Entonces, gracias a las siempre eficaces gestiones de Seligman, pudo permanecer confinado en Melanesia durante el resto de la guerra.
Seligman
 Para cumplir ese destino, Malinowski retorna a Australia en febrero de 1915 y en Melbourne conoce a Elsie  Rosalind Masson, hija de un científico inglés emigrado al continente austral, que fue el primer profesor de Química en la Universidad de Melbourne. Elsie estaba estudiando para ser enfermera y había publicado un libro, “An Untamed Territory” (Un territorio indómito), razón por la cual estaba muy interesada en conocer el material fotográfico que había obtenido Malinowski en su viaje de investigación. Entre foto y foto, los jóvenes se enamoraron aunque los padres de ella no dieron consentimiento al matrimonio mientras la joven no terminase sus estudios.
 En mayo de 1915, Bronio estaba de vuelta en Nueva Guinea. Se dirigía en realidad hacia las islas Dobu y Rossel pero, tan providencialmente como sabemos, se detuvo en las Trobriand.


“Imagínese que de repente está en tierra, rodeado de todos sus pertrechos, solo en una playa tropical cercana de un poblado indígena, mientras ve alejarse hasta desaparecer la lancha que le ha llevado”. Son las palabras tan conocidas de la introducción a Los Argonautas con las que intenta transmitir al lector su sensación de desamparo y aventura absoluta en medio de la tribu. Durante dos  años vivió con los Trobriand, en una aldea del distrito de Kiriwina. Podemos imaginar fácilmente que, para una persona hipocondríaca y con tan mala salud, aquella vida de insectos, calor tropical y una dieta tan poco ortodoxa, su estancia  debió de ser una pesadilla. El mismo cuenta que vivió una experiencia personal frustrante y deprimente, con dolores continuos, soledad y aburrimiento, como revelarían sus polémicos diarios privados al ser publicados en 1967, y que espero que algún día podamos examinar aquí con el necesario detenimiento. Para soportar la desesperación echaba mano del “narcótico de las novelas baratas”, pero también de otros fármacos más potentes, como la morfina, el láudano o la cocaína. En sus recuerdos aparece la nostalgia por sus amables días en las playas canarias y, sobre todo, la imagen de su amada Elsie.
3             .  Un héroe intelectual



 A pesar de ese desasosiego, al que solo dio rienda suelta  en la trastienda, Malinowski era un gran profesional y el esfuerzo que hizo para sobreponerse a sus problemas le sirvió para convertirse en la figura más sobresaliente en la historia de la Antropología. Sin compañía de ningún hombre blanco en las Islas Trobriand,  y gracias a su proverbial habilidad idiomática, consiguió aprender en unos pocos meses el lenguaje de los nativos. Ello le permitió sumergirse de modo casi total en su cultura, entendida como cosmovisión.
“La esperanza de ganar una nueva visión de la humanidad salvaje gracias a los trabajos de especialistas científicos, aparece como un espejismo que se desvanece en el mismo instante de percibirlo. Pues si en el momento actual todavía hay gran número de comunidades indígenas susceptibles de ser científicamente estudiadas, dentro de una generación, o de dos, tales comunidades o sus culturas prácticamente habrán desaparecido. Urge trabajar con tenacidad, ya que el tiempo disponible es breve. Hasta el momento, tampoco el público ha tenido suficiente interés por estos estudios. Hay pocos estudiosos de la materia, y el estímulo que reciben es escaso. Por ello, no siento ninguna necesidad de justificar una investigación etnológica que es el resultado de una investigación especializada hecha sobre el terreno”.
Estas frases tan inspiradas, también procedentes de la introducción a Los Argonautas, revelan la clara conciencia que tenía Malinowski de estar abriendo una senda prácticamente inexplorada en la Antropología, todavía entonces una parcela del conocimiento  muy joven y con los lindes aún por definir. Lo cierto es que el genial polaco apenas tenía precedentes en esa tarea titánica .G.Frazer, que le prologó Los Argonautas, solo menciona a Franz Boas y a los miembros de la expedición al Estrecho de Torres en 1898, entre los que se contaba su maestro Seligman. Es claro que Frazer, perteneciente a la tradición inglesa, no tenía conocimiento del trabajo del pionero Frank Hamilton Cushing, que había fallecido prematuramente en 1900 sin dejar una etnografía completa de los Zuñi, con los que convivió en la década de 1870. Tampoco era conocedor del trabajo de Alice C. Fletcher, una figura enorme en el campo de la antropología estadounidense y que hoy, lamentablemente, está casi olvidada.

4         .       La revolución metodológica

Me he detenido a reseñar con detalle todos los antecedentes de la formación de Malinowski  porque, a la postre, resultarían absolutamente cruciales para su revolución copernicana. Física, Matemáticas, Filosofía, Psicología, Economía, son precisamente los pilares que le permitieron abordar un trabajo de corte científico  moderno. Sin esa amplia formación académica multidisciplinar nunca habría podido enfrentarse con éxito él solo a un enfoque omniabarcante de la cultura, que dio con el quid de la unidad de conjunto, la imbricación inseparable,-que no necesariamente confusión-, de todos los fenómenos sociales, políticos. económicos, religiosos, mitológicos, tecnológicos...de una comunidad humana.
Para Malinowski, la Antropología necesitaba fuertes dosis de disciplina científica, y dejar de estar en manos de amateurs. La mayor de sus paradojas es que su  innovador sistema consiste en invertir, como en un espejo, el tipo de antropología de salón que había realizado Frazer y que era la que había atraído la atención del joven estudioso. Como expresivamente lo denomina Ernest Gellner, Frazer empleaba un “método-urraca”, esto es, recopilaba  de aquí y de allá datos folclóricos aislados y dispersos, y luego los  enmarcaba, como pequeñas teselas, en un grandioso mosaico sin un lugar concreto en la historia. Por el contrario, el empirismo radical que siempre guió a Malinowski  le llevó a evitar simplificaciones artificiales de esa clase. Él proponía recopilar materiales tan concretos como fuera posible; anotar el nombre de cada informante; no seleccionar sólo adultos  sino trabajar también con niños, marginados y especialistas; adoptar puntos de vista y opiniones laterales para probar su eficacia; y contrastar datos de diferentes procedencias-la triangulación de fuentes-, para darle mayor rigor probatorio al resultado.


 Una segunda y esencial contraposición frente a Frazer es que la Antropología, según Malinowski, debía abandonar sus especulaciones evolucionistas. Hasta entonces había triunfado el darwinismo social. Se suponía que la sociedad occidental era el pináculo de la evolución, presumiéndose sin base histórica alguna que todos los pueblos debían seguir una idéntica línea de desarrollo desde las tribus salvajes hasta la civilización. Se trataba de una secuencia única e igual en cada uno de sus pasos pero que podría abreviarse con la ayuda (explotación) de los europeos colonizadores, “la pesada carga del hombre blanco”. Malinowski denunciaba la circularidad de los razonamientos de los evolucionistas. Estos inventaban ficciones acerca del pasado para explicar el presente, presuponiendo unas condiciones previas sin prueba alguna. Pero para Malinowski el pasado no podía ser una inferencia lógica sino una función social del presente observable. Esa reflexión tenía perfecto sentido en sociedades como las arcaicas, que carecían de documentación acerca de su pasado. Pero el ahistoricismo de Malinowski también lo llevó al funcionalismo, que ya estaba en ciernes en su tesis de 1906 sobre el principio de economía.
5             .   El holismo como guía de la observación participante

El antropólogo Ernest Gellner, en un libro fascinante, Lenguaje y soledad (1995), contrapone al primer y segundo Wittgenstein con Malinowski, destacando como éste representó una tercera opción intermedia frente al que denomina el “dilema de los Habsburgo”. En los años finales del imperio austrohúngaro,  existía una contraposición política e  intelectual entre el individualismo del modelo “Crusoe” y el comunitarismo, el positivismo contra el romanticismo, el centralismo contra los pujantes nacionalismos periféricos que desmembrarían el imperio. Entre los dos polos de esa confrontación, Malinowski opta por una visión orgánica de la cultura, propia del romanticismo, frente a la concepción atomista del conocimiento. Pero, al mismo tiempo, escinde ese sentido romántico de la cultura como unidad holística de su anclaje nostálgico en el pasado. Unidad cultural como globalidad pero conjugada en tiempo presente, sería el lema. Por ello afirma Gellner, con toda razón, que Malinowski utiliza elementos viejos combinados en un cóctel completamente original.

“El ideal primordial y básico del trabajo etnográfico de campo es dar un esquema claro y coherente de la estructura social y destacar, de entre el cúmulo de hechos irrelevantes, las leyes y normas que todo fenómeno cultural conlleva.
En primer lugar debe determinarse el esqueleto de la vida tribal. Este ideal exige, ante todo, la obligación de hacer un estudio completo de los fenómenos y no buscar lo efectista, lo singular, y menos lo divertido y extravagante. Han pasado los tiempos en que podíamos admitir las descripciones de los indígenas que los presentaban como una caricatura grotesca e infantil del ser humano. Tal cuadro es falso y, como otras muchas falsedades, ha sido destruido por la ciencia. El etnógrafo de campo tiene que dominar con seriedad y rigor, el conjunto completo de los fenómenos en cada uno de los aspectos de la cultura tribal estudiada, sin hacer ninguna diferencia entre lo que es un lugar común carente de atractivo o normal, y lo que llama la atención por ser sorprendente y fuera de lo acostumbrado. Al mismo tiempo, en toda su integridad y bajo todas sus facetas, la cultura tribal debe ser el foco de interés de la investigación. La estructura, la ley y el orden, que se han revelado en cada aspecto, se aúnan también en un conjunto coherente. El etnógrafo que se proponga estudiar sólo religión, o bien tecnología, u organización social, por separado, delimita el campo de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una seria desventaja en el trabajo. Estas consideraciones indican, pues, que la meta del trabajo etnográfico de campo debe alcanzarse a través de tres vías:
1. La organización de la tribu y la anatomía de su cultura debe recogerse en un esquema preciso y claro. El método de documentación concreta estadística es el medio que permite construir tal esquema.
2. Dentro de este entramado hay que insertar los imponderables de la vida real y el tipo de comportamiento. Estos datos se consiguen gracias a la observación minuciosa y detallada, en forma de una especie de diario etnográfico, posible a partir de un estrecho contacto con la vida indígena.
3. Una colección de informes, narraciones características, expresiones típicas, datos del folklore y fórmulas mágicas se agrupan en el corpus inscriptionum, exponente de la mentalidad indígena”.


Malinowski  teorizó, de la forma más acabada, el método antropológico por antonomasia, la
observación participante. En lugar de basarse en informes de segunda mano, plagados de errores de interpretación, el investigador mira e interviene en la vida del poblado hasta que logra comprender la forma de vida de los miembros de la comunidad, que es un todo orgánico en el que todos y cada uno de los elementos están interrelacionados con los restantes. La descripción teórica de la observación participante la podéis encontrar extensamente desarrollada en este enlace: http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/06/inventando-la-antropologia-frank.html También podéis encontrar aquí muchos datos poco difundidos sobre F.H. Cushing y Alice C. Fletcher, que se han mencionado arriba como dignos antecesores  de Malinowski.
6    .     La mentalidad indígena

    Quizá el mayor logro de Malinowski  fue la descripción del anillo Kula como un hecho social total, como lo llamaría Marcel Mauss en Ensayo sobre el don, publicado en 1925. La extraordinaria complejidad de este gigantesco sistema de intercambio simbólico y comercial deberá quedar para una o varias entradas futuras.
Brazalete Kula
“Estas tres vías de acceso (las arriba mencionadas) conducen a la meta final, y el etnógrafo nunca debería perderlas de vista. La meta es, en resumen, llegar a captar el punto de vista del indígena, su posición ante la vida, comprender su visión de su mundo. Tenemos que estudiar al hombre y debemos estudiarlo en lo que más íntimamente le concierne, es decir, en aquello que le une a la vida. En cada cultura los valores son ligeramente distintos, la gente tiene distintas aspiraciones, cede a determinados impulsos, anhela distintas formas de felicidad. En cada cultura se encuentran distintas instituciones que le sirven al hombre para conseguir sus intereses vitales, diferentes costumbres gracias a las cuales satisface sus aspiraciones, distintos códigos morales y legales que recompensan sus virtudes y castigan sus faltas. Estudiar estas instituciones, costumbres o códigos, o estudiar el comportamiento y la mentalidad del hombre, sin tomar conciencia del porqué el hombre vive y en qué reside su felicidad es, en mi opinión, desdeñar la recompensa más grande que podemos esperar obtener del estudio del hombre. En los capítulos siguientes el lector encontrará, ilustradas, todas estas generalizaciones. Veremos en ellos al salvaje luchando para satisfacer ciertos deseos, para alcanzar cierto tipo de valores, para seguir el camino de su ambición social. Lo veremos entregado a peligrosas y difíciles empresas, consecuencia de una tradición de proezas mágicas y heroicas. Le veremos siguiendo el reclamo de sus propias leyendas.”

Malinowski consiguió cambiar la visión tradicional de los indígenas como seres salvajes. Una vez que a un funcionario colonial le preguntaron por sus costumbres y maneras, replicó agriamente:” Costumbres ningunas, maneras bestiales”. Malinowski, por el contrario, se da cuenta de que sus sistemas de parentesco, relaciones sociales y rituales son extremadamente complejos y sofisticados, hasta el punto de que, “En comparación, la vida cortesana de Versalles o El Escorial era libre y fácil”. Contra la supuesta irracionalidad de los nativos, Malinowski es capaz de descubrir que, entre ellos, la omnipresente magia cumple exactamente el mismo papel que, entre nosotros, la ciencia: otorgar “el poder de dominar las fuerzas de la Naturaleza”. El antropólogo trata de superar nuestro etnocentrismo, buscando un  casi imposible lugar intermedio en camino hacia la otredad. Entendiendo el punto de vista de los otros pueblos, tal vez surja la llama que nos permita comprendernos mejor. Una reflexión preciosa suya al respecto es: “Cuando leamos el relato de estas costumbres remotas, quizá brote en nosotros un sentimiento de solidaridad con los empeños y ambiciones de estos indígenas. Quizá comprenderemos mejor la mentalidad humana y eso nos arrastre por caminos nunca antes hollados. Quizá la comprensión de la naturaleza humana, bajo una forma lejana y extraña, nos permita aclarar nuestra propia naturaleza. En este caso, y solamente en éste, tendremos la legítima convicción de que ha valido la pena comprender a estos indígenas, a sus instituciones y sus costumbres”.


Malinowski contemplaba la Antropología como la culminación del humanismo, y se proponía una tarea de salvamento. Permitiría preservar las valiosas culturas de aquellos pueblos olvidados por la historia. Paradójicamente, también se convirtió en una ciencia esencial para la administración de los imperios coloniales. El mismo año 1922 en que ve la luz Los Argonautas, se publicó otra obra fundamental para la disciplina, El mandato dual en el África tropical, de Lord Frederick Lugard. En ella se sentaban las bases del sistema de explotación de los territorios coloniales en la Commonwealth: el gobierno indirecto. Los británicos delegaban en los jefes tradicionales la administración de extensos e inhóspitos territorios. África, Asia y Oceanía constituían un inmenso almacén de recursos materiales y humanos, que engrasaban los motores de las metrópolis europeas en su pugna por el poder absoluto. La Antropología Aplicada, con el conocimiento que proporcionaba sobre los sistemas políticos y sociales de aquellos pueblos, fue una ciencia muy útil para su explotación de la manera más eficiente. Tenéis un excelente estudio de la relación entre el padre de la Antropología y su proyección práctica en http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/03/malinowski-y-africa-indirect-rule-y.html .En esta entrada Mari Angeles Boix ya ponía de manifiesto la conexión española de Los Argonautas.


7.       De vuelta a España
En 1918 Malinowski volvió a Australia y consiguió hacer realidad su sueño de casarse con Elsie Masson. Con ella tendría  tres hijas, que les acompañarían  en sus viajes por todo el mundo. Pero cuando terminó la Guerra, Malinowski buscó nuevamente refugio con su familia en Canarias, lugar que ya antes se había revelado tan idóneo para su salud. Intentaba curar su gran desgaste físico y psicológico, y la tuberculosis que arrastraba. Consta alguna referencia escrita de la época en la que se lo describe como “un personaje extraño, alto, flaco, que caminaba con las manos cruzadas a la espalda”, y que estaba “tocado de pulmón”. Hasta 1921 residió con su esposa e hijas en Icod de los Vinos, en la isla de Tenerife, donde encontró la paz necesaria para redactar la obra más trascendental para cualquier antropólogo pero que se lee por los profanos tan fácilmente como si se tratara de una novela de aventuras. La familia vivió en El Boquín, una preciosa finca del siglo XVII, y un camino que lleva el  nombre de Malinowski recuerda su paso por la isla.

El Boquín
Los Argonautas  fue una bomba de relojería que tardó en estallar. Por ello, no es extraño que Malinowski no fuera convocado a la cátedra de la Residencia de Estudiantes para hablar de sus trabajos, como sí lo fue un antropólogo de una generación anterior, el alemán Leo Frobenius. La “cátedra” de la Residencia  acogió a las personalidades más prestigiosas de su época. Por allí pasaron eminentes científicos, literatos e intelectuales, que dejaron una huella indeleble en la cultura de nuestro país. Contribuyeron a que se forjara lo que, muy acertadamente, se ha llamado la Edad de Plata española. Los residentes estaban al tanto de las últimas novedades gracias a los extraordinarios ciclos de conferencias anuales que se organizaban. La continua presencia de figuras internacionales, como Einstein, Marie Curie o John M. Keynes, supuso un auténtico revulsivo “en un país que olía a cerrado”, como apunta Javier Rodríguez Marcos. En 1.924, Frobenius impartió tres conferencias sobre la difusión de las culturas que entusiasmaron a Ortega, quien tradujo y público muchas de sus obras en la Revista de Occidente. Si tenéis interés en saber más sobre este interesante antropólogo y su relación con España, podéis acceder en este enlace: http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/05/leo-frobenius-y-los-circulos-culturales.html

Esta  entrada  desarrolla  uno de los apartados de un artículo referente a diversos acontecimientos culturales de primera magnitud que sucedieron en 1.922. Quizá pueda resultaros apetecible contextualizar la publicación de Los Argonautas en la Europa entre guerras, el ascenso del nazismo en la Alemania de Weimer, las vanguardias artísticas o la gran aventura de Howard Carter y el tesoro de Tutankamon. Añado el enlace por si queréis leer más sobre esa época  tan sugerente desde el punto de vista intelectual: http://esprituycuerpo.blogspot.com.es/2013/08/1922-seis-grados-de-separacion-en-la_29.htm

Desde el 7 de abril de este año 2021, exactamente 137 años después del nacimiento de Malinowski, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife van a exponerse trabajos de investigación sobre el mismo, participando el actual presidente y ex rector de la ULL, José Gómez Soliño, el antropólogo Pablo Estévez y Fernando Díaz media, cronista oficial de Icod de los Vinos. Para todos los que estéis interesados en este acontecimiento tan destacado, que coloca la figura de este gigante intelectual en nuestro marco nacional, pongo aquí la información, agradeciendo muy sinceramente a Álvaro Fajardo Hernández que me haya hecho partícipe de la misma.


Comentarios

  1. Estupenda entrada, muy necesaria para tener una visión de conjunto de la inmensa figura de Malinowski en la Antropología, donde no hay rama en la que no se haga referencia a sus Argonautas - por lo menos .Has señalado - entre otras muchas cosas - esa conexión entre Wittgenstein y Malinowski; tal conexión tiene su primer eslabón en la lectura de La Rama Dorada de Frazer. Wittgenstein tiene publicado un libro: Observaciones a la Rama Dorada de Frazer, en el que habla tanto de la magia como de la religión, del comportamiento primitivo y civilizado y la racionalidad o falta de ella. Pero sigue habiendo más conexiones: 1.- Wittgenstein participó voluntariamente en la I Guerra Mundial, y estuvo destinado precisamente en Polonia. 2.- Wittgenstein estudió ingeniería, completando su formación en Inglaterra, donde también iría a parar el antropólogo. 3.- Sus obras cumbre se redactaron durante la I Guerra Mundial, ya que el Tractatus de Wittgenstein ya era un manuscrito cuando estuvo prisionero en la Abadía de Montecassino, cerca del final de la contienda.
    Además de estas conexiones, tu entrada me da que pensar algo: ¿qué hubiese pasado si Malinowski, en vez de hacer su etnografía isleña sobre las Trobriand hubiese quedado atrapado en las Canarias, y hubiese hablado de nosotros como salvajes,habría cambiado nuestra propia imagen como pueblo y se hubiera contribuido algo a salir de nuestro secular atraso y autocomplacencia?

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  2. Muchas gracias por tus inteligentes reflexiones sobre los vínculos entre esos dos gigantes del pensamiento. Hay casi una total coincidencia de fechas entre el Tractatus-1921- y Los Argonautas-1922. En el libro de Gellner pueden encontrase muchos elementos de contraste y comparación, específicamente relativos al lenguaje, con especial referencia a otras obras posteriores de Malinowski. Muy interesante también tu planteamiento contrafactual. Malinowski tal vez habría abordado un estudio estilo Pitt- Rivers, relacionando las Canarias, la conquista de América, los árabes.¡Quién sabe! Pero lo que es seguro es que este hombre tan contradictorio tenía una enorme ambición de saber y comprender, así que hubiera destacado en cualquiera de sus planteamientos. Lo hizo con el escenario más difícil y más novedoso.

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  3. Felicidades por la entrada sobre este personaje fascinante. "Las personas perezosas tienen menos tiempo cuando no hacen nada"... Qué buena observación.
    Para los que somos legos en antropología, ¿habrá alguna entrada especial sobre "Los Argonautas"?

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    1. Muchas gracias por tu comentario.Entrada sobre Los Argonautas la hacemos en un periquete para contar una de las historias más alucinantes de la antropología, el anillo kula. Solo tienes que esperar un poquito y te lo contamos.Muy agradecidas por el interés en la materia.Me hace ilusión sacarla del estricto dominio de los especialistas, porque es una disciplina muy accesible y atractiva para todos los públicos.

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  4. me puedes dar la fuente y el autor de las fotos , gracias.

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    1. Siento mucho no poder complacer tu petición. Son fotos obtenidas a través de búsquedas de internet. Desconozco si alguna tiene derechos de autor. Gracias por leer el trabajo en todo caso, Natalia.

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  5. COMO SABRAS ESTE AÑO SE CELEBRA EL CENTENARIO DE LA REDACCION DE LOS ARGONAUTAS DEL PACIFICO OCCIDENTAL, QUE SE HIZO EN LA FINCA DE BOQUIN EN YCOD -TENERIFE, MI PADRE TUVO OCACION SE VERLE ,AUNQUE ERA MUY JOVEN Y NO SABIA LA IMPORTANCIA DEL PERSONAJE , EN EL AÑO 2011 PEOPUSE AL CABILDO DE TENERIFE , PROPIETARIO ACTUAL DE LA FINCA ,LA CREACION DE U NA CATDRA MODERNA DE ANTROPOLOGIA SOCIAL (BOCAM)
    HEMOS PREPARADO UNA SERIE DE ACTOS EN LA SEDE DELCENTRO YCODENSE UNO DE LOS POCOS SITIOS A LOS QUE ACUDIO MALINOEWSKI, INVITADO POR SU ANFRITRION ANTONINO PEREZ DIAZ AL QUE CONOCIO EN LONDRES EN 1920, HEMOS ENVIADO INVITACIONES A LA LSE, A LA UNIVERSIDAD DE LONDRES, , LAS AMERICANAS DE HARBART Y YALE, DE IGUAL MODO A LAS UNIVERSIDADES DE CRACOVIA Y LEIPZIG, TODAS ELLAS RELACIONADAS DE ALGUNA FORMA CON BRNIALAW MALINOSWK, DEL QUE SE HAN OCUPADO EL ARQUEOLOGO LUIS DIEGO CUSCO , EL ANTROPOLOGO FERNANDO ESTEVEZ GONZALEZ, EL INVESTIGADOR LOCAL JUAN GOMEZ LUIS-RAVELO Y EL QUE ESCRIBE ESTE COMENTARIO CUYO EMAIL ES alvarofajardoh@gmail.com que estaré encantado de ampliarte y enviare lo que estamos preparndo para abril de 2021

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  6. Muchas gracias, 'Alvaro. Estoy deseando que llegue la fecha del evento.

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  7. Respuestas
    1. Muchas gracias. Siempre nos ponemos manos a la obra con mucho cariño y sin reparar en el tiempo ni en el esfuerzo. Llevamos tiempo pendientes de trabajar el kula. A ver si Ángeles y yo nos libramos un poco de la cantidad de obligaciones que tenemos y nos ponemos a ello. Malinowski es nuestra pasión.

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  8. Magnífico trabajo Encarna, con él rindes el mejor de los homenaje al gran B. Malinowski . Su lectura me ha traído el recuerdo de nuestro entrañable profesor de Historia de la Antropologia Social y Cultural de la UMH Santiado Fernandez Ardanaz. Le fascinaba, admiraba profundamente a este gran antropólogo y que siempre estaba presente en las clases, donde nos hablaba con encendida pasión de " Los argonautas...." Para uno de nuestros trabajos mi grupo eligió esta obra, sabíamos que con esta elección contábamos con su aprobación! GRACIAS

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  9. Hola, Carmen, muchas gracias por tu comentario. Yo he estudiado antropología muy a gusto en la UNED pero no hay nada comparable al entusiasmo que transmite un buen profesor. Y digo entusiasmo con toda intención porque su etimología remite a la inspiración divina. Tenemos pendiente escribir sobre el kula. ¿Te animas? Un fuerte abrazo.

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  10. Gracias por aceptarme en tu blog y por tu respuesta. Encuentro temas de amplio espectro, que confluyen en la mirada antropológica, tal y como reza el titulo de tu blog. Título que me lleva al recuerdo de una fascinante novela de J. Conrad: "El corazón de las tinieblas ," que a buen seguro conoces. Gracias por tu invitación, pero no estoy a tu nivel!!! Jejeje. . De modo que por ahora me basta con tener el privilegio de poder leerte. Es admirable el trabajo de documentación, la forma y estilo cuidado del relato, la riqueza de ilustraciones , la introducción de enlaces.. Espero impaciente tu entrada sobre " El anillo kula" , sí, que establece las relaciones de inercambio y reciprocidad entre las trubus de las Trobriand , estudiadas por Malinowski, desarrollado en Los Argonautas del Pacífico " Su lectura me resultó fascinante. En otra vertiente , en los modos y formas de perpetuar las relaciones entre grupos, consolidad su prestigio social, don contra don, ...me lleva a Marcel Mauss Hoy todo esto aparece ya muy diluido en mi memoria. Me interesan muchas de las entradas que he ojeado de tu blog, de modo que ya puedo aplicarme a ello . Muchas gracias de nuevo y un abrazo

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    1. Gracias de nuevo a ti. Mira qué gracioso, haber estado trabajando juntas tanto tiempo y venir a enterarnos a estas alturas que compartimos estudios y pasión secreta por la antropología. Pues sí, a mí me pasa lo mismo, con el paso del tiempo todos los conceptos están un poco diluidos pero es normal, no nos dedicamos profesionalmente a la antropología y lo que tenemos fresco es "lo otro". Precisamente porque éramos bien conscientes de lo que iba a pasar, mi compinche de estudios Mari Ángeles Boix y yo pensamos que la mejor solución era tener un blog de antropología, para obligarnos a seguir trabajando lo que más nos gusta. Sabíamos que era una aventura intelectual en el vacío y que a lo peor no nos leía nadie pero el tiempo nos ha demostrado lo contrario. Pero nos lo hemos ganado porque a ilusión y esfuerzo no nos gana nadie. Nuestra pasión es comunicar y compartir, y yo creo que eso se nota. Esto es un voluntariado en toda regla, jajaja. Muchas gracias otra vez por tu generosidad lectora. Un abrazo.

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